Barcelona, ciudad de película

Pedro Almodóvar rodó hace 15 años la espectacular panorámica aérea de un atardecer en Barcelona enfocada desde el Tibidabo con orientación hacia la fachada marítima. Ese magistral plano que abre 'Todo sobre mi madre' es el mejor regalo que un cineasta español ha hecho a la capital catalana por el intenso recorrido internacional que ha tenido lapelícula: consiguió el Oscar y el Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa, el premio al mejor director en el festival de Cannes, el César a la mejor película extranjera en Francia y en la misma categoría el David de Donatello en Italia.

El melodrama de Almodóvar es uno de los destacados títulos que acaparan páginas en 'Barcelona. Una ciutat de pel.lícula', guía publicada por el ayuntamiento, en catalán y en breve en castellano y en inglés, con el objetivo de proponer 20itinerariospor 180escenariosque han cobrado vida en la gran pantalla. Con ello, Barcelona todavía no iguala, pero se acerca a las célebres rutas que se organizan en Londres, Berlín, Nueva York y Viena para descubrir los 'sets' de rodaje de míticas películas.

Barcelona Plató, la oficina municipal creada en 1995 para facilitar la logística de producciones audiovisuales, ha sido clave en el auge de rodajes cinematográficos, que ha tenido un gran empuje gracias a la entrega de su directora Júlia Goytisolo. Las localizaciones más solicitadas son las elegidas por Woody Allen para filmar 'Vicky, Cristina, Barcelona' (2007). El director neoyorquino describió la ciudad como «romántica, exótica, viva, llena de belleza visual, cosmopolita y a su vez muy española», cuando la presentó en Cannes.

DOS RUTAS / La guía propone dos rutas en torno a esterodaje: una por el centro de la ciudad y otra en las afueras. La primera recorre la Pedrera, la Fundació Tàpies, la Rambla de Catalunya, la Rambla -donde Scarlett Johansson pasea con su cámara-, la plaza de los Àngels, el Museu d'Art Contemporani de Barcelona, la calle de Sant Ramon, el antiguo bar Marsella y el mercado de la Boqueria, lugar que al final tuvo que descartar por el elevado precio de su alquiler. Prosigue por el Palau Moja, el restaurante 4 Gats, la plaza de Sant Felip Neri, la basílica de Santa Maria del Mar, la calle de Sombrerers y el parque de la Ciutadella. Este último escenario, junto a la playa de la Barceloneta y la plaza Reial, es el que recibe más solicitudes para acoger rodajes.

La Fundació Miró, el Hospital de Sant Pau i de Santa Creu, el restaurante Barceloneta del Por Vell, la torre Agbar y la Sagrada Família también acaparan planos de la película que más imágenes de postal ha captado de Barcelona.

Las 20 rutas propuestas por el autor del libro,Eugeni Osácar, atraviesan 36 barrios e incorporan códigos QR para acceder con el móvil a 15 mapas interactivos en los que se informa de los itinerarios. Es la primera publicación dedicada al turismo cinematográfico con anécdotas sobre las estancias en Barcelona de estrellas de Hollywood. Incluso desde los orígenes en blanco y negro, cuando Mary Pickford y Douglas Fairbanks, por entonces los reyes del cine mudo, visitaron la ciudad suscitando la curiosidad de los intelectuales catalanes que acudían a verlos a los salones del Hotel Ritz.

JACK NICHOLSON EN LA PEDRERA // En 1937, la Comissaria de Propaganda de la Generalitat invitó al actor Errol Flynn, que aprovechó el viaje para escribir sobre la guerra civil para las revistas norteamericanas del imperio periodístico de William Randolph Hearst, cuya vida inspiró la trama de 'Ciudadano Kane', de Orson Welles. «Flynn fue más recordado por sus salidas nocturnas por Barcelona que por su faceta de reportero», sentencia Osácar.

En 1955, el mismo Welles rodó en Barcelona algunas escenas de 'Mr. Arkadin'. El célebre director de 'El tercer hombre' regresó 10 años más tarde, días antes de filmar en el castillo de Cardona algunas secuencias de 'Campanadas a medianoche'. La segunda mitad del siglo XX fue prolífera en visitas de estrellas, entre ellas Ava Gardner, Peter Sellers y Jack Nicholson, quien conoció el terrado de la Pedrera de los años 70, cuando protagonizó 'The passenger' ('El reportero'), de Michelangelo Antonioni. El director Steven Soderbergh también apostó por rodar en Barcelona hace tres años con 'Haywire' ('Indomable'). Aunque el rodaje que de entrada causó mayores expectativas fue 'Red lights',donde el joven Rodrigo Cortés contó con un reparto encabezado por Robert de Niro y Sigourney Weaver.

LOS RESTAURANTES // De Niro se instaló en el Hotel Majestic del paseo de Gràcia, donde probó las delicias del desaparecido restaurante Drolma, también uno de los preferidos de la pareja Douglas-Catherine Zeta-Jones. Famosa es la anécdota del valioso anillo que ella se olvidó en el cuarto de baño y por el que el actor volvió para recuperalo horas después. Otro local que le encanta a De Niro es el Bar Mut, de la calle de Pau Claris, esquina Diagonal. Los actores siguen las recomendaciones de sus compañeros de profesión. Así, el Bar Mut ha sido el lugar de peregrinaje de Rusell Crowe, de Cameron Diaz y Justin Timberlake en sus visitas privadas a Barcelona. No obstante, el famoso que mejor conoce la gastronomía barcelonesa es Woody Alllen, asiduo de Can Isidre y del Botafumeiro.

En estos últimos 15 años, la capital catalana ha logrado entrar en la ruta del radar que capta el interés de producciones millonarias. Es el caso de 'Sahara', largometraje de aventuras coprotagonizado por Penélope Cruz y Matthew McConaughey, que en el 2004 convirtió el astillero en un puerto fluvial de Nigeria, y el castillo de los Tres Dragons, que por entonces albergaba el Museu de Zoologia, en una sala de fiestas, para lo cual se tuvieron que desalojar las antiguas vitrinas con animales disecados.

También ha interesado a películas independientes de menor presupuesto pero valoradas por su autoría y por su arriesgada puesta escénica, como 'Las maletas de Tulse Luper', de Peter Greenaway, que convirtió hace 10 años la estación de França en una estación de tren de la ciudad belga de Amberes en 1938.

'Biutiful', de Alejandro González Iñárritu, es la mirada contraria a la Barcelona de Allen. El drama protagonizado por Javier Bardem en el 2010 se adentra en el extrarradio, en la urbe más dura, inhóspita y oscura, mostrando la explotación de los inmigrantes, la violencia, la corrupción y la miseria.