CURIOSA PROTESTA EN UN VEHÍCULO DE LA LÍNEA 47

El abordaje de los 'yayoflautas'

Unos 60 jubilados se movilizan en un bus y recorren media ciudad para denunciar la subida de las tarifas

Bus reivindicativo 8Varios 'yayoflautas' colocan carteles de protesta.

Bus reivindicativo 8Varios 'yayoflautas' colocan carteles de protesta.

ÓSCAR HERNÁNDEZ
BARCELONA

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Un grupo cada vez mayor de jubilados comienza a congregarse a las diez de la mañana en la puerta principal de El Corte Inglés de la plaza de Catalunya. A simple vista, parece una excursión del Inserso, aunque cerca no hay ningún autocar esperándoles. La mayoría de los 70 abuelos se conocen de otras quedadas, pero nada denota sus intenciones. Algunos, eso sí, llevan rollos de papel en la mano y otros, chalecos reflectantes bajo sus prendas de abrigo con la inscripción «iaioflautas». Hasta una mujer esconde un megáfono en el bolso.

A la hora prevista en una convocatoria casi secreta, las 10.30 horas, comienzan a subir en grupo por el paseo de Gràcia hasta la parada de origen del autobús 47, cuyo conductor observa estupefacto como de repente su vehículo se llena de jubilados, ya con carteles y pancartas desplegadas, que hacen sonar sus silbatos y corean consignas de protesta.

Todos validan sus billetes.«No queremos conflictos por eso pagamos el billete de ida y el de vuelta. Durante el recorrido repartiremos octavillas y colgaremos pancartas para protestar por la subida de precios del transporte público y por el recorte del servicio»,anuncia Celestino Sánchez, uno de los miembros más activos del colectivo de #iaioflautas (conhastachincluido ya que Twitter es uno de los medios con que propagan sus consignas).

Ya en el autobús, de camino a Nou Barris, comienza la acción. Gritos de«Mas, ¿a qué mutua vas?»y«Cap retallada sense resposta», se entremezclan con otras más típicas de un autobús escolar como el«si eres conductor de primera acelera, acelera».Otros pasajeros los reciben en las distintas paradas de la ruta, con simpatía y solidaridad. Y muchos se atreven a subir, pese a ir casi a tope. «Me parece muy bien que sean ancianos los que protestan. La situación está mal. En el bar donde trabajo de camarera la gente ya comienza a compartir un mismo plato», explica Melina Daluz, de 36 años, mientras los jubilados que la rodean le hacen gestos de aprobación con el pulgar arriba.

Mientras, otros compañeros reparten octavillas, que parecen sacadas de los ciclostiles de los 80, con el mensaje de la jornada, dirigido a los usuarios del autobús y especialmente a Transportes Metropolitanos de Barcelona:«Rechazamos el aumento de las tarifas y el plan de recortes salariales que ha planteado la dirección. Queremos que se vuelva a contratar a las trabajadoras despedidas coincidiendo con la supresión de líneas. Y la dimisión de la dirección actual». El 47 llega al final y regresa al paseo de Gràcia con losyayoflautas. Dos horas de paseo y protesta.