crisis del sector gastronómico

Lavinia cierra su gigantesca tienda de vinos de la Diagonal

La empresa alega la imposibilidad de dar continuidad al alquiler

Entrada de la tienda Lavinia.

Entrada de la tienda Lavinia.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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La tienda de vinos Lavinia ha cerrado su formidable local de 800 metros cuadrados en Diagonal, 605, en Pedralbes. El templo de los gurmets con 90.000 botellas, todas en posición vertical, y 4.500 referencias de 26 países, ha despedido a casi toda la plantilla que trabajaba en Catalunya por la imposibilidad de dar continuidad a su contrato de alquiler.

Andrés Ardid, director general de Lavinia, asegura que, cuando se cumplen 10 años de la inauguración de la tienda, la empresa estudia nuevas oportunidades. «Busca una nueva ubicación que se adapte a la realidad económica del momento». Por ello, tras despedir a 12 profesionales, mantiene un equipo dedicado a la distribución, a la que se puede acceder por la compraon line. «No es un cierre definitivo, no es el fin. Invertimos mucho dinero en adaptar el local de Diagonal a las exigencias de nuestra marca, pero ha sido inviable renegociar el contrato».

TIENDA EN EL AEROPUERTO //El directivo niega que sea la crisis, y sus consecuentes impagos, la responsable de la bajada de persianas. «La razón no es la caída de ventas que afecta al sector. El único motivo es el elevadísimo precio que piden por el alquiler. Barcelona constituye un eje importante de nuestra actividad, de manera que estamos valorando nuevas vías de desarrollo», insiste. Ardid recuerda que Lavinia no es el único local que su empresa regenta en Barcelona, ya que comparten con AENA la tienda de delicatesen Sibarium en el aeropuerto de El Prat.

El cierre de Barcelona no afecta, según él, a las tiendas de Madrid

-que fue la primera que abrió el empresario francés Thierry Servant- de París, de Ginebra y de Ucrania.

VELAR POR LA CALIDAD//Servant, afincado en Madrid, se inspiró en cómo FNAC cuida los libros a la hora de montar sus espacios para vinos. Todos los caldos que aconsejan en sus locales son sometidos a un elaborado proceso de cata. La atención al cliente es personalizada con enólogos y con sumillers de referencia.La iluminación es compatible con la conservación de los vinos.

Otro cuidado detalle es la temperatura no superior a los 19 grados mantenida durante todo el año, y en especial la zona Cava 14, un espacio de vidrio que se conserva a 14 grados para no alterar la calidad de los caldos de antiguas añadas procedentes de las bodegas, sobre todo francesas y españolas, más preciadas.