Detenido por robar dientes de oro a muertos en el osario de Badalona

El crimen no respeta nada, ni siquiera la frontera entre la vida y la muerte. Así lo han constatado los agentes de la Unitat d'Investigació de los Mossos d'Esquadra en Santa Coloma de Gramenet que, en una de las investigaciones más escabrosas llevadas a cabo en esa comisaría, han detenido a un trabajador del cementerio de Badalona bajo la acusación de de robar dientes de oro a cadáveres durante el traslado de los restos humanos del nicho al osario.

La investigación se inició después de que los agentes detectaran la aparición en comercios de compra-venta de metales preciosos de un número sospechosamente alto de prótesis dentales de oro en un periodo de tiempo. Las pesquisas tomaron definitivamente forma cuando se comprobó que, en todos los casos, las piezas habían sido suministradas por un mismo individuo, un vecino de Barcelona de 39 años empleado en el cementerio de Badalona.

DELITO A LA MEMORIA DE DIFUNTOS / Tras investigar al sospechoso, los agentes encontraron pruebas de que el detenido había robado al menos 17 dientes de oro de un número indeterminado de cadáveres. De su venta, obtuvo alrededor de 2.000 euros. Finalmente le detuvieron acusado de un delito contra la libertad de conciencia, los sentimientos religiosos y el respeto a los difuntos, además de por 17 faltas contra el patrimonio, una por cada diente sustraído. La restitución de cada pieza al cadáver correspondiente se prevé muy complicada.

Tras su arresto por parte de los Mossos, el detenido quedó en libertad a la espera de comparecer ante el juez. Según pudieron determinar los investigadores, el detenido robaba los dientes de oro de los restos humanos cuando estos eran trasladados de los nichos a los osarios. Esos traslados de restos humanos a la fosa común se producían cuando caducaban los 25 años de concesión de los nichos y las familias de los finados renunciaban a prorrogarlos o a trasladarlos a otro nicho, según explicó a este diario el jefe de la unidad de investigación de Santa Coloma de Gramenet, Juan Manuel Lazo.

El responsable policial señaló la «sorpresa mayúscula» que sintieron los responsables del cementerio al conocer la implicación de su empleado en esos tenebrosos hechos.

MECÁNICA SENCILLA / Fuentes policiales destacan la sencillez de la mecánica con que el detenido efectuaba el robo. No obstante, reconocen la dificultad de poder detectarlo. La razón es que el plazo de concesión de los nichos, y por tanto el traslado de restos a los osarios, varía según los cementerios, lo que hace muy difícil que la policía pueda prever ese momento ideal para cometer ese tipo de robos de objetos de valor de los finados.