MEJORA URBANÍSTICA EN LA ZONA NORD DE NOU BARRIS

Instalada tras 10 años de quejas la rampa de acceso a una guardería

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

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El regalo de Reyes de los pequeños de la Escola Bressol Municipal (EBM) La Muntanya, en la frontera entre los barrios de Torre Baró y Ciutat Meridiana, ha llegado con un mes de antelación respecto a la ansiada visita de los Magos de Oriente, aunque tras 10 años de persistentes reivindicaciones de padres, madres, abuelas y abuelos de alumnos del centro, agotados de subir y bajar a diario las interminables escaleras que, hasta hace dos semanas, eran la única forma de ascender a pie hasta la guardería. ¿El regalo? La entrada en funcionamiento de la exigida rampa de acceso al centro.

Hasta la reciente construcción de la larguísima rampa --se trata de una cuesta de 117 metros--, había únicamente dos opciones de acceder a pie hasta la guardería, a cual más dura: «90 escaleras por el acceso desde Ciutat Meridiana y 104 si se subía desde Torre Baró», relatan los padres en un informe sobre la accesibilidad.

Las obras de la rampa, que mejoran -casi se podría decir que habilitan- el acceso tanto a la citada guardería, como a la vecina escuela de educación infantil y primaria Elisenda de Montcada, empezaron el pasado verano y han ido a cargo del distrito, a través de Pro Nou Barris, SA. La concejala, Carmen Andrés, apunta que esta actuación, que ha tenido un coste aproximado de 300.000 euros, se enmarca dentro de las mejoras de accesibilidad de estos barrios de montaña, que «merecen la misma movilidad que el resto de barrios de la ciudad».

Esos reivindicados 117 metros de rampa permitirán algo tan básico en una guardería como el acceso con cochecitos de bebé. De propiedad municipal e instalada en el inaccesible lugar en el lejano 1999, a la EBM La Muntanya acuden niños a partir de los cuatro meses que, necesariamente, suben en cochecito. Además, muchos de los niños son llevados o recogidos (cuando no ambas cosas) por sus abuelos. Es decir, personas de edad avanzada (en muchas ocasiones sin permiso de conducir ni vehículo) para las que las interminables escaleras eran un sacrificio diario. Por no hablar de las personas con dificultades de movilidad, para las que, directamente, era imposible el acceso al centro, si no era en coche. La nueva rampa está dividida en cinco tramos, para salvar el marcado desnivel, y la mejora del acceso ha ido acompañada de la urbanización de la zona con árboles con inmobiliario nuevo.

El traslado de la guardería al edificio sobre la montaña, como su nombre indica, nunca gustó a los padres, al tratarse a todas luces de un edificio inaccesible. Ante las quejas generalizadas, la respuesta municipal fue que instalarían una rampa, sin fecha entonces y que no ha llegado hasta una década después. Ante la falta de soluciones, los padres organizaron en el 2003 una recogida de firmas, que entraron por registro al distrito, operación que repitieron en los años consecutivos.

MEJORAS CON CUENTAGOTAS / Pese al evidente retraso en la habilitación de los accesos a la guardería, el empinado barrio ha experimentado notables mejoras en ese terreno en los últimos años. En el periodo 2007-2008, se reurbanizó la calle de Sant Feliu de Codines -empinada vía en la que se encuentra la entrada principal de la EBM La Muntanya- dentro del PERI de Torre Baró, y, pese a que mejoró el acceso en vehículo al equipamiento escolar, la actuación no fue más allá. En el 2009, la construcción de la biblioteca de la Zona Nord, a media altura de la montaña en el que se levanta la guardería, supuso un nuevo e importante paso adelante en la accesibilidad del barrio, pero se quedó en la biblioteca y no subió más allá pese a las reivindicaciones de los padres, que han tenido que esperar hasta los últimos días del 2010 para estrenar rampa.

Y los problemas de accesibilidad no son exclusivos de la montaña. Un informe presentado en junio por la Associació d'Amputats Sant Jordi revela deficiencias de accesibilidad graves en el 93% de los colegios estudiados en toda la ciudad, porcentaje que se eleva al 100% cuando el estudio se hace extensivo a la accesibilidad en los alrededores del centro.