COOPERACIÓN INTERNACIONAL

El AMB comparte la experiencia

El ente participa en 90 proyectos de otras ciudades y metrópolis

LUIS BENAVIDES

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Desde el 2011, el departamento de Cooperación Internacional del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) ha impulsado 30 proyectos de cooperación internacional y ha colaborado en otros 60. El objetivo del ente metropolitano, que aporta principalmente su experiencia acumulada en ámbitos como la gestión de los residuos o el ciclo del agua, es contribuir a un desarrollo humano sostenible en las conurbaciones urbanas de otros países mediante políticas públicas transformadoras y de calidad.

Los principios y los valores que guían la política metropolitana de cooperación al desarrollo vienen definidos en el Plan Director de Cooperación 2013-2016. El modelo de cooperación del AMB es descrito como catalán, metropolitano, municipalista y concertado. «Esto significa que nos ponemos al servicio de otras áreas o conurbaciones urbanas que requieran unos modelos de gestión compartida. Estos proyectos se construyen conjuntamente, con las administraciones locales. Para implicarnos valoramos que haya una voluntad política, un presupuesto y una mínima infraestructura», explica Ferran Anglès, responsable de Cooperación Internacional del AMB.

El ente metropolitano cuenta con más de dos décadas de experiencia en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo, y ha evolucionado de las aportaciones iniciales a la adopción del primer plan director en el 2007. «La cooperación ha pasado de ser una ayuda económica a un departamento del AMB, interesado en transferir todo su conocimiento para el beneficio de las personas», cuenta Joan Miquel Roca, coordinador de Relaciones Institucionales.

El departamento de Cooperació Internacional del AMB no es una oenegé, aunque sus actuaciones contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas. «No tocamos directamente temas como la sanidad o la educación, de los que ya se encargan otras instituciones. Compartimos nuestra experiencia y en algunos casos enviamos expertos en ámbitos en los que tenemos competencias como el agua, los residuos, el medioambiente en general, la movilidad, la promoción económica y la gobernanza», subraya Anglès.

RETO GLOBAL. Los proyectos de cooperación se han desarrollado en Centroamérica, África Occidental y el  sur del Mediterráneo. «En unas décadas, el 70% de la población mundial vivirá en grandes urbes y el crecimiento en esas zonas supone un reto global en cuanto a sostenibilidad. De poco sirve proteger los ríos y reciclar en Europa si luego en esas zonas las grandes ciudades no trabajan en la misma línea», sostiene el responsable del AMB.