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EL PARTIDO DE MESTALLA

El Barcelona lo aguanta todo en Valencia

Alba evita la derrota azulgrana después de que el árbitro no concediera un gol claro de Messi (1-1)

Messi e Iniesta protestan al asistente la jugada del gol no concecido.

Messi e Iniesta protestan al asistente la jugada del gol no concecido. / periodico

Joan Domènech

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Igual que dos boxeadores que quedan atontados por la sarta de golpes que se dan en el cuadrilátero. Así acabaron los los dos primeros de la Liga, abrazados, y agotados tras un duelo en el que se zurraron de lo lindo. Aplaudidos por Mestalla y, también, desde Madrid, que vieron reducida la distancia en dos puntitos. Algo es algo, debieron pensar Real y Atlético.

Resistió el Barça en Valencia como resistió el miércoles en Turín ante la Juventus. Sendos empates que dejaron las cosas como estaban ante sus rivales más directos, lo que le permitió conservar la racha de imbatibilidad, la mejor (la principal) satisfacción que ha obtenido de una semana dura. El Barça responde cuando le ponen a prueba y en Mestalla lo aguantó todo:<strong> la pérdida de un gol legal</strong>, <strong>clamoroso</strong>, tan parecido como el del año pasado en el campo del Betis con el balón botando claramente dentro de la portería, y el de Rodrigo, que se vio obligado a igualar, en el único disparo a puerta del Valencia.

Deciden los laterales

El duelo lo decidieron cuatro laterales: Gayá burló a Semedo para servir el pase de la muerte a Rodrigo y luego Alba le robó la cartera a Montoya para cazar un centro de Messi que devolvió la vida al Barça. De Suárez no hubo noticias, menos de Zaza, y peores de Deulofeu, que salió de revulsivo y falló todos los balones, desquiciando hasta a Messi.

Fue tan parecido al partido del miércoles en el planteamiento de Valverde que repitió la misma alineación con los cambios inevitables: Vermaelen por el sancionado Piqué y Messi, el descansado Messi, por Deulofeu. El 10 jugó en punta, y Paulinho conservó el puesto de cuarto centrocampista. Pero Messi hace tiempo que se siente organizador y Suárez, sin balones y sin acompañantes, también retrocedió a buscarlos. O sea que, por momentos, el antiguo Barça de los tres delanteros era el Barça de ninguno, con todos los futbolistas queriendo ser pasadores y ninguno ejecutor. Imposible meter un gol así. Solo chutó Messi. Y Alba una vez.

El foco en Vermaelen

Vermaelen tenía un foco encima de la cabeza. Nadie iba a ser tan fiscalizado como el central belga, bajo sospecha porque nunca dio el rendimiento inmediato que anunció Andoni Zubizarreta. Ni inmediato ni tardío. Redebutaba en la Liga dos años después y en su cuarta temporada. La luz le iluminó en el gol de Rodrigo.

Se desempeñó Vermaelen como lo hubiera hecho David Costas, el joven central del filial que ocupó la última butaca del banquillo. Es decir, con timidez, cediendo el peso a los demás. Por suerte, Umtiti es un gigante que puede con todo, capaz de jugar en la derecha con la misma efectividad que en la izquierda siendo zurdo y atacó todos los balones delicados que merodearon en la defensa. Que fueron pocos, porque el Valencia solo salió del fondo cuando el Barça se distraía de tanto pase.

Pasividad y agresividad

"Échale huevos" cantó Mestalla a los suyos, interpretando su conservadurismo inicial como pasividad. El equipo se ancló atrás cediendo la iniciativa al Barça, seguramente más rato de lo que deseaba. El juego solo se aceleró puntualmente y por la ruidosa reacción de la grada, demando a los suyos que se postularan como candidatos al título.

Ese acelerón definitivo al juego fue más evidente con el gol de Rodrigo, aunque se había producido poco antes. A la salida del descanso , cuando el Valencia dejó de estar acurrucado atrás. Seguramente por orden de Marcelino, que debió sentarse en la grada por sanción.

El paso de la pasividad a la agresividad lo completó al Barça al verse obligado a reaccionar por el marcador. Valverde tiró de cambios. Como en el Wanda, relevó al flanco derecho, pero el gol llegó por la izquierda. Por la puerta de atrás en el enésimo balón decisivo que caía en los pies de Messi. 

Valencia, 1; FC Barcelona, 1

Valencia: Neto (6), Montoya (5), Garay (7), Paulista (7), Gayá (7); C. Soler (5), Parejo (7), Kondogbia (6), Guedes (6); Zaza (5), Rodrigo (6). Técnico: Marcelino García (5). Cambios: Andreas (4) por Rodrigo (m. 82); Vezo (s. c.) por Garay (m. 85); Mina (s.c.) por C. Soler (m. 84).

Así hemos narrado el Valencia-Barcelona en directo.