Valdés da la Supercopa al Barça

Ni Messi, que ha fallado un penalti. Lo ha estrellado en el larguero, como en la semifinal europea contra el Chelsea hace dos años. Ni Neymar, que ha coincidido con la estrella argentina durante los 90 minutos. Valdés ha sido la estrella este miércoles en el Camp Nou.

El portero azulgrana ha dado la Supercopa de España al Barça de Gerardo 'Tata' Martino (0-0; en la ida, 1-1) con dos paradas sublimes: una en la primera parte, tras un disparo a quemarropa de Arda, y otra en la segunda mitad, después de un tiro desde fuera del área de Villa. Siempre han salido sus manos salvadoras para sostener a un equipo que no ha jugado nada bien, con Cesc de titular e Iniesta en el banquillo.

Noche de patadas y malos modos

Ha tenido el balón el Barcelona, pero no ha disparado a puerta. Solo el penalti fallado por Messi y ya en los minutos finales de un mal partido. El Atlético ha aguantado con físico al inicio y con juego después, aunque ha acabado exhausto tras la expulsión de Filipe, por enzarzarse con Alves, en una noche llena de patadas, malos modos y hasta resbalones como los de Neymar, que ha estado más tiempo en el suelo que de pie. Pero su gol en el Vicente Calderón vale una fortuna, porque le ha dado el título al Barça. Aunque, en realidad, se lo ha dado un soberbio Valdés.

El Barça ha empezado con mucho entusiasmo, sin dejarse intimidar por la agresividad del Atlético, que se ha retratado en tres faltas consecutivas a Messi en apenas 12 minutos. Con Cesc intentando generar anarquía y profundidad, el equipo de Martino, que ha sentado a Iniesta en el banquillo, no encontraba la llave al partido. Diego Simeone, alma, líder y guía espiritual del Atlético, ha sometido a los azulgranas. Poco a poco, ha ido arrinconándolos. No en el área de Valdés, pero sí en el juego. El Barça no ha estado fino. Ha ido de más a menos. Y, al final, como ocurrió en Málaga, ha emergido la figura de Valdés.

Felino como un gato

Una figura gigantesca. De nuevo, como en casi todas las finales del Barcelona, ha resultado decisivo. Estaba a punto de llegarse al término de la primera mitad cuando el Atlético, tras una sensacional jugada, de toque, de astucia, de precisión y de solvencia, se ha plantado en el hogar del meta azulgrana. Turan ha engatillado un derechazo imponente. En el morro de Valdés. Sin espacio para la reacción. Pero el portero azulgrana, felino como un gato, ha dibujado una parada sublime, de ensueño, para recordar siempre.

El Atlético ha tenido antes un disparo de Koke que ha parado también Valdés. Pero nada como ese letal disparo de Arda que ha hecho  levantarse al Camp Nou, casi 75.000 espectadores, para honrar tan majestuosa parada, solo al alcance de los elegidos.