Cornellà deshonra el Espanyol-Barça con pancartas contra Piqué y Shakira

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dtorras32401302 cornella el prat 13 01 2016 humor para p160113233414 / JORDI COTRINA

Marcos López

Marcos López

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Antes incluso de que comenzara el derbi, se desplegó en la grada de Cornellà la primera pancarta. el prólogo a un partido marcado por un inacabable desfile. «Catalans. Ángel Rodríguez, 1900», con el nombre del fundador del club blanquiazul. «Suissos, Hans Gamper, 1899. Suiza», con el nombre del fundador del Barcelona. A partir de ahí, sin que el balón se hubiera puesto en movimiento, comenzó el otro inesperado derbi, que liquidó el Barça con los goles de Munir (0-2) y el genio de Messi (1-6 en el global de la eliminatoria). Un derbi que no tuvo fin en ningún momento. «Shakira es de todos», continuó después la afición blanquiazul, transformando a Piqué en el centro de la diana.

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Pero todo se ensució aún más en la segunda parte, ya con todo decidido para el actual campeón de Copa. «Pau, tu pie nos marca el camino», se leía en la grada de la curva inspirada en aquella pancarta que exhibió el madridismo («Mou, tu dedo nos enseña el camino»), justo después de que el técnico metiera el dedo en el ojo del difunto Tito Vilanova.

Quiso acordarse un sector de la afición blanquiazul del pisotón del portero a Messi en la ida de la Copa, un pisotón que no tuvo sanción alguna. Un pisotón que provocó incluso que la junta azulgrana, reunida ayer, poco antes de ir a Cornellà, pidiera cambios en la reglamentación para que el juez único intervenga de oficio en esas acciones. Un gesto que cobra fuerza después del espectáculo de las pancartas.

No era la única pancarta que estaba destinada al central del Barça, que demostró que la «minoría maravillosa» del Espanyol era incapaz de llenar el estadio. «Antonio de la Rúa, contigo empezó todo», se leía después en directísima alusión hacia la expareja de la compañera de Piqué.

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Él, entretanto, se mantenía en el banquillo, mientras Cornellà entendió que era el momento para lanzar mensajes sin parar hacia el barcelonismo acordándose de Suárez, que ni tan siquiera estaba en el campo ya que cumplía el primero de los dos partidos de sanción que le impuso el Comité de Competición por ser, según el acta arbitral, el instigador de la bronca en el túnel del Camp Nou que cerró dos derbis llenos de líos. «L. Suárez, ladrador y mordedor», se leía en otra pancarta.

MENOS GENTE EN CORNELLÀ

Aún no había marcado Munir su gol al italiano Bardi y estaba el universo perico más pendiente de las gradas que del propio partido. Luego, cuando Messi, casi a pie parado, asistió al delantero de la cantera, el derbi se envenenó de manera lamentable. Desde la curva, por unos minutos volvió el ambiente que transformó Barcelona en una ciudad dividida. Ya tenía razón Piqué, pitado cuando se anunció su nombre de suplente.

En el derbi de la Liga asistieron 28.975 espectadores; en el derbi de la Copa 20.843. Desde la curva, justo cuando Álvaro, el central perico, cometió una falta sobre Messi, que le costó la amarilla, se escuchó un grito: «¡Otra, otra, otra!». Messi se tomó el derbi como si fuera el partido más importante de la temporada. Recién llegado de Zúrich, tras conquistar el quinto Balón de Oro, no quiso ni descansar. Suárez, sancionado, en su casa; Neymar, en el banquillo. Y Leo, de inicio a fin.

COCHINILLO PREPARADO

Estaba el derbi sin fútbol, cruzando los jugadores las líneas rojas de la intensidad para convertirlo en violencia, sin más, por mucho que se camufle, y hasta un seguidor blanquiazul, según reveló La TDP de Catalunya Ràdio, tenía un cochinillo preparado para tirárselo a Piqué como hizo el Camo Nou con Figo. De nada sirvió el abrazo entre Galca y Luis Enrique. Al final, el Barcça, en cuartos ya de la Copa y que el viernes conocerá su próximo rival, derrotó a tanta y tanta pancarta fuera de lugar.