«Yo nunca he prometido un título», avisa Guardiola

Acostumbrado el Barça a ganar siempre, o casi siempre, dos empates consecutivos (Real Sociedad y Milan) han bastado para agitar el exterior del oasis de la ciudad deportiva. Y ha sacudido un poco la paz interior del vestuario, irritado porque se autocondenó con varios errores infantiles, tanto en Anoeta como en el Camp Nou. Hoy llega Osasuna -«con Mendilibar son atrevidos, aprietan arriba y siempre nos crean problemas», subrayó ayer Pep Guardiola- al templo azulgrana. Y todos están más alerta que nunca. Desde el técnico al último de los jugadores.

«Solo he prometido una cosa. Fue en el primer año, en el filial. Dije que subiríamos sí o sí», recordó Guardiola. Y el Barça B subió de Tercera División a Segunda B. Ese ascenso llevó también al técnico al banquillo del Camp Nou. «Desde entonces, no he prometido nada. Nunca he prometido un título. No me imputo ninguno de los 12 que se han logrado», aseguró con vehemencia para defender el discurso de que solo garantiza trabajo, esfuerzo y un fútbol de ataque. «Solo prometo ver a un equipo como contra la Real y el Milan, con más de 20 disparos a puerta, el 70% de posesión y salir siempre a ganar».

EN DEFENSA DE BUSQUETS / En ese mensaje, con un tono más elevado que de costumbre, Guardiola quiso centrarse en Sergio Busquets, a quien ha utilizado como central esta temporada debido a las ausencias de Piqué («tardará unos días, es una lesión peligrosa y aún tiene que hacer la pretemporada», aclaró ) y Puyol. «El día del Villarreal era un gran central y ahora resulta que es un inútil», dijo dolido por esas críticas dirigidas al centrocampista. «Busi me tiene el corazón robado, su generosidad es impagable». Por todo eso, «por la polivalencia de algunos jugadores» (se refería a Mascherano) y por los jóvenes que hay en el filial, Guardiola no quiso fichar a otro central.

«Mientras yo sea entrenador, el Barça jugará como en San Sebastián o ante el Milan. De hecho, lo más normal sería que este año no ganemos nada. Ya tenéis el titular», dijo como si desafiara a los periodistas. Luego, Guardiola fue mucho más concreto. «Si me cogéis solo el titular... No digo que no ganaremos nada, no os confundáis. Claro que lucharemos por esos títulos. Si alguien, la directiva, o quien sea -subrayó de forma inesperada- quiere más, no sé si seré capaz de poder darlo como entrenador. Entonces, habrá que cambiar de jugadores o mirar otra situación», reveló el técnico. El camino que le queda al Barça según Guardiola, es olvidarse del ruido mediático. «¿Lo mejor es ganar? No, si no jugamos bien, no podemos ganar. Todo pasa por el juego. Como siempre», dijo tras recordar que todo está bajo control: «Sé las bases, sé las razones y sé hasta dónde podemos llegar como equipo».

TENSIÓN E INMERSIÓN / Consciente de que cada día que pasa «el listón de exigencia es altísimo», Guardiola afirmó que no tiene ahora más fuerza que antes por haber ganado 12 títulos. «Eso no te da ninguna razón más. Solo me siento obligado a pencar más. No veo ningún síntoma de que pueda ir a peor. No tengo esa percepción». Luego, el técnico tuvo un incidente verbal con un periodista de Radio Marca cuando le recordó que él había explicado que el equipo tenía «la pancha llena». Cuando ese informador quiso argumentarlo, el técnico le interrumpió y se inició entonces un tenso cruce de palabras. «No me cortes, deja que te haga la pregunta, aunque sea de Radio Marca», le espetó. Guardiola continuó hablando. «Ese matiz te sobra, en tres años he contestado a todos», le soltó el técnico tras elogiar a un periodista italiano por preguntarle en catalán. «Eso es inmersión. Eres un crack».