'Midnight in Madrid'

Imaginen que son víctima de esa especie de hechizo que sufre/disfruta el protagonista deMidnight in Parisy entren en el túnel del tiempo que recreaWoody Allen.No vayan al París de los años 20. Simplemente, retrocedan tres, quédense más cerca y, a diferencia del escritor de la película, en estaMedianoche en Madridno sean simples espectadores y hagan el ejercicio de invertir la realidad.

Imaginen que hace tres añosLaportayTxikihubieran hecho caso a los que pedían a gritos aMourinho,los mismos que ahora reniegan de él y le crucifican en las portadas donde antes le honraban y advertían de la temeridad de dejar el equipo en manos de un becario:Guardiola.Imaginen que el Madrid hubiera apostado porMichel, por ejemplo, y que, dentro y fuera del campo, delante de la pizarra y delante de los micrófonos, hubiera actuado como Pep. Once títulos y ni una mala palabra.

Imaginen que en estos tres años, el Barça se hubiera gastado más de 500 millones en fichajes y el Madrid hubiera seguido celebrando títulos, con un 2-6 en el Camp Nou, un 5-0 en el Bernabéu, tres Ligas, dos Champions y un equipo con más canteranos que el de laQuinta del Buitre. Y, ahora, déjense llevar. Imaginen que todo lo que ha dicho y ha hecho Mou en el Bernabéu lo hubiera hecho en el banquillo del Camp Nou. Hagan la lista:Preciado, el Málaga, los árbitros, la UEFA, el teatro, Unicef, los gestos racistas, el dedo en el ojo... sigan, sigan, que hay más. Y enfrente,Michel, tal que fueraGuardiola.

Ahora, salgan del Barça y del Madrid, y dense una vuelta por la selección. Ahí estáDel Bosquey los campeones de Europa y del mundo. Ocho son del Madrid y la única pieza de peso del Barça es el portero. Todos a los pies de España y del Madrid. Todos menos el enrabietado Barça deMourinho, que en medio de un sinfín de acusaciones, desliza que igual ganan porque van dopados.

¿Se lo imaginan? Imposible. NiWoody Allenlo resistiría.