SEMIFINALES DE LA LIGA DE CAMPEONES

Messi se come a un gran Bayern

Tres minutos del astro derriban al once de Guardiola antes de que Neymar lo remate (3-0)

Neymar abraza a Messi tras uno de los goles del Barça ante el Bayern en el Camp Nou

Neymar abraza a Messi tras uno de los goles del Barça ante el Bayern en el Camp Nou / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Tres minutos pueden valer por 180. No suponen ni el 2% del total de la eliminatoria de semifinales de la Champions. Pero pueden ser definitivos. Tres minutos de clímax en el Camp Nou, en medio de una orgía de fútbol, del tipo más seductor del mundo. Ni el más alto ni el más guapo ni el más fuerte. Sí el más genial, el más talentoso. Sobra decir su nombre. El que sospechan.

El primer minuto fue de rabia, después de un rato sin recibir el balón, sin tener oxígeno. Un robo de balón de Alves le pilló encarado hacia el área de Neuer. Lo controló y lo chutó con una furia que ni siquiera los excelentes reflejos del portero del Bayern pudieron detener ese disparo tan violento. El segundo sirvió para recuperar la respiración entre celebraciones y agasajos. El tercero le pilló de nuevo cerca del área. Solo estaba Boateng. Arrancó, lo miró y lo tiró al suelo. Sin tocarlo. Hipnotizándole. Cayó Boateng al suelo como muchos esperaron que cayeran Pacquiao o Mayweather y con dulzura dibujó una vaselina sobre un Neuer que no se esperaba tener que saltar.

En el suelo

El futbolista inolvidable se comió a un gran Bayern, derribándole con un par de guantazos, y cuando estaba en el suelo, sin saber de dónde le habían venido tantas bofetadas, sin haber descuidado la guardia, sin esperarlas, posiblemente sin merecerlas, recibió el descabello de Neymar, que salió de la nada para que los culés colapsaran las webs para cerrar el vuelo a Berlín. El resultado, un invulnerable Barça, el tipo del 10, invitan a pensar que el Bayern de Pep Guardiola se quedará en la puerta de Brandeburgo (3-0).

El que la cruzará hacia la final de la Champions será el Barça de Luis Enrique, que tocó el cielo el día que pasaba la prueba más exigente: ante el autor de la génesis de este equipo. Guardiola se llevó la posesión (53% a 47%) y exhibió su mano como entrenador por la imagen que dejó el Bayern, felizmente --para los culés-- privado de Ribéry, Robben Alaba. Hace dos años, la desgracia se volcó en el otro bando. Hace dos años, Messi estuvo sin estar.

Acto de justicia

El astro hizo justicia porque el duelo no podía terminar con un miserable cero a cero y con seis tarjetas amarillas que habrían insinuado una birria de partido, una nulidad sucia, Y fue todo lo contrario: luminoso, intenso, apasionante. Digno de la estancia en la que se ha producido: la semifinal de la Liga de Campeones.

El resultado de la eliminatoria, dentro de una semana, dictará sentencia. El pronóstico es muy claro, por ahora. Y también enterrará el recuerdo de la primera mitad de la semifinal. Formidable, apoteósica. Un espectacular toma y daca en el que se vio la imaginación de Guardiola al plantear un partido a pelo y la consistencia del equipo de Luis Enrique de no caer en la desorientación que provocó el ilustre visitante.

Una 'Guardiolada'

El Bayern salió con un 3-4-3. Sí, una 'Guardiolada' que se consumó una hora más tarde: Benatia con NeymarBoateng junto a Suárez Rafinha frente a Messi. Sin red. Esa fue la sorpresa que esperaba Luis Enrique. Guardiola le salió bien porque hizo dudar al Barça, pero sobre todo porque salió indemne. Pudo haber sido un suicidio si Suárez hubiera acertado en un mano a mano frente a Neuer (m. 11), que enseñó su excelente juego de pies. No solo para chutar y pasar, sino para desviar remates: el tiro de Suárez y luego otro igual de Alves (m. 39).

El encuentro resultó de una intensidad agotadora, de un nivel exquisito, y dejó en evidencia lo que se vio en Turín el día anterior. Hubo futbolistas que se vieron sobrepasados, ausencias visibles, evidentes. Schweinsteiger Müller, campeones del mundo, fueron almas en pena, Neymar resbaló más de lo admisible para la tecnología con que se fabrican las botas. El frenético partido anduvo de área a área sin parecer un correcalles, sino porque los entrenadores lo quisieron así.

Y así fue. A la maniobra de uno, reacción del otro. Tras sobrevivir a su propio atrevimiento, cuando no osadía, Guardiola removió el dibujo a un 4-4-2, y luego otra, al 4-3-3, tratando de frenar al Barça entreteniéndole, que gastara tiempo pensando. El equipo se mantuvo formalmente conservando las posiciones iniciales, así que las ideas quedaban a expensas de cada futbolista, cumpliéndose el gran axioma de que los protagonistas son los jugadores. Xabi Alonso manejó con maestría al Bayern, exhibiendo el fútbol que ocultaron sus malos modos cuando tenía a José Mourinho. Guardiola le ha recuperado para el bien. Más le costará a Pep levantar del suelo a Boateng.

Ficha técnica:

3 - FC Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano (Bartra, min.88), Alba; Busquets, Iniesta (Rafinha, min.87), Rakitic (Xavi, min.82); Messi, Suárez y Neymar.

0 - Bayern Múnich: Neuer; Benatia, Boateng, Rafinha; Thiago, Lahm, Xabi Alonso, Bernat, Schwensteiger; Lewandowski y Müller (Götze, min.79).

Goles: 1-0, min.77: Messi. 2-0, min.79: Messi. 3-0, min, 90+4: Neymar.

Árbitro: Nicola Rizzoli (ITA). Mostró cartulina amarilla a Xabi Alonso (min.35), Alves (min.46), Benatia (min.52), Bernat (min.56), Piqué (min.66), Neymar (min.69),

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de las semifinales de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 95.369 espectadores.