El partido de El Madrigal

Marcaje a Neymar

Neymar, en un entrenamientode esta semanaante Luis Enrique.

Neymar, en un entrenamientode esta semanaante Luis Enrique.

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Del Neymar futbolista con la camiseta del Barça poco se sabe en el campo en el último medio año. Llegó de Brasil convertido en una estrella -Madrid, Manchester, Bayern.., todos se peleaban por él-, pero su fichaje arrastró incluso a Rosell, el hombre que lo cautivó para recalar en el Camp Nou, y que tuvo que dimitir deprisa y corriendo. En los cinco últimos meses de su primera experiencia lejos del Santos, Neymar se perdió entre lesiones (padeció dos, una en enero, otra en abril), líos extradeportivos y la industria del márketing -se le veía más en las redes sociales que en el césped- pasó por delante del balón. Ayer, recibió el alta y podría debutar esta tarde en El Madrigal en un Barça con más competencia que nunca en ataque.

Y eso que todavía no está disponible Luis Suárez, que no podrá enfundarse la camiseta azulgrana hasta finales de octubre. Tiempo que tendrá Neymar para convencer a Luis Enrique de que se ha adaptado, ahora sí, al fútbol europeo. El marcaje sobre el joven brasileño (22 años) será todavía más fuerte, dados los pobres precedentes del curso pasado.

TRES GOLES EN CINCO MESES/ A Neymar se le mirará más que nunca. Y no solo en el Camp Nou, sino también en Brasil, donde Dunga, el nuevo seleccionador, no para de exigirle que modifique su actitud. «Ni cambio de peinados ni gorritos de marcas en la selección», dijo en su presentación en clara alusión al azulgrana, que comparecía en las ruedas de prensa del Mundial con gorras que llevaban su logotipo personal. Eso solo concernía a asuntos fuera del campo. Ahora, Dunga va un poco más lejos: «Quiero que sea espontáneo, creativo, un jugador determinante... Una referencia sin perder la alegría. Quiero que sea el mismo que en el Santos», proclamó esta pasada semana el seleccionador brasileño.

En el Barça, Luis Enrique ha sido, de momento, mucho más prudente en sus palabras hacia Neymar, a quien no ha llenado de elogios como a Messi. Y también en sus gestos hacia el brasileño, que solo marcó tres goles en la Liga en los cinco últimos meses. En enero, padeció un esguince en los tendones peróneos del tobillo derecho que le tuvo ocho partidos de baja. En abril, en la final de Copa contra el Madrid, sufrió un edema en el cuarto metatarsiano del pie izquierdo que le hizo perderse cuatro choques. Además, Zúñiga, el jugador colombiano, le soltó un rodillazo en la espalda en el Mundial que le hizo acabar en el hospital, por lo que se unió tarde al trabajo con el grupo de Luis Enrique.

DE MÁS A MENOS / Zarandeado por las lesiones y los problemas que ocasionó el polémico fichaje (su padre tiene que declarar en la Audiencia Nacional el próximo 1 de octubre), Ney-mar se ha ido apagando. Poco a poco, ha perdido frescura, desequilibrio y, sobre todo, alegría en su fútbol, lo que le pide Dunga. Lo que también quiere, por supuesto, Luis Enrique. Fue de más (seis goles en el primer tramo de la Liga; tres en el segundo) a menos. Apenas conectó con Messi, con quien solo coincidió en 14 de las 38 jornadas de la pasada Liga en el once titular. O sea, un pobre 37% para dos estrellas a las que Tata no supo hallar el ecosistema táctico adecuado para explotar.

Luis Enrique, en cambio, ha buscado nuevas fórmulas para que Ney-mar y Messi estén más cerca -las bandas pertenecen más a los laterales que a los extremos-, pero tampoco ha tenido mucho tiempo. Apenas han estado juntos 45 minutos en el campo durante este verano. Fue en la primera parte del Gamper. Neymar le dio un gol a Messi. Y Messi le dio otro a Neymar. Se enfrenta, como lo definió su amigo Alves, a «un año vital» en su carrera. «Si no, le caerán muchos palos», dijo el defensa.

Con Messi convertido como siempre en el faro del equipo, a la espera de Luis Suárez, el nueve que no se fichaba desde hace cinco años (Ibrahimovic, 2009), la continuidad de Pedro -el Barça ganó más por la venta de Alexis al Arsenal- y la irrupción del joven Munir, Neymar empieza hoy en El Madrigal una temporada decisiva. Superado el esguince de tobillo, que le ha tenido 10 días de baja, Neymar necesita ser Neymar desde hoy mismo.