LA PRETEMPORADA AZULGRANA

Luis Enrique, complacido

Un policía detiene a un aficionado que corría hacia Luis Suárez en Washington.

Un policía detiene a un aficionado que corría hacia Luis Suárez en Washington.

JOAN DOMÈNECH / WASHINGTON (Enviado especial)

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Una victoria, una derrota y un empate. La variedad de los resultados impide determinar cuál es el nivel exacto del Barça. Tampoco lo permite calibrar el corto espacio de tiempo (17 días) de entrenamientos. A Luis Enrique le parece «más que aceptable» la actuación del equipo en su análisis puramente cualitativo. El cuantitativo lo reserva para la competición. «Lo que menos me preocupa ahora son los resultados», sostiene el entrenador. José Mourinho se añadió a ese sentir. «Ni a ellos ni a nosotros nos importaba el resultado», dijo el técnico del Chelsea, tras una derrota y dos empates ganados en los penaltis.

«Le he dado a Luis Enrique las gracias por el partido, ha sido un fantástico entrenamiento», dijo Mourinho con cierta condescendencia. También le sirvió a él enfrentarse a un

Barça que ha cambiado respecto al último que conoció en cuanto a juego -el de Guardiola, más horizontal y paciente- y caras. Solo reconoció a Bartra y Busquets.

DOS DE CINCO DE SUÁREZ / El Barça de Luis Enrique corre más y piensa menos, es vivaz y soporta la ida y vuelta. Parido, en cierta forma, para que sus delanteros marquen la diferencia, la ausencia de Messi y Neymar resultó determinante para que el equipo no aterrizara ayer al mediodía con tres triunfos. Luis Suárez, la única punta del tridente, ha anotado dos de los cinco goles. Sandro, Rafinha y Sergi Roberto completaron la lista. «Hemos mostrado un nivel físico superior para lo que debería ser con tan pocos días de entrenamiento», analizó Luis Enrique.

Desdeñados los resultados, el entrenador privilegió «haber podido repartir a todos minutos de calidad ante rivales importantes». Jugaron todos. Incluso el tercer portero, Suárez; excepto Turan y Vidal, aprendices en los entrenamientos, espectadores en los partidos. Hasta enero.

«UNA RESISTENCIA BESTIAL» / La adaptación de los dos fichajes es lenta y está limitada. La de Sergi Roberto deberá acelerarse para reconvertirse en lateral. Un viaje en dirección contraria ha experimentado el futbolista reusense (23 años), que ha pasado de marcar un gol al Galaxy a evitarlos como defensa frente al United y el Chelsea. Una opción más que brinda al entrenador y se brinda a sí mismo para tener más oportunidades en más posiciones. Luis Enrique le colmó de elogios. Como si fuera un elemento trascendental en el engranaje colectivo.

«Física, técnica y psicológicamente esta preparado para jugar en cualquier posición», ensalzó Luis Enrique a Sergi Roberto, antes de calificar de «portentosa» su «resistencia bestial» al esfuerzo. «Es claramente un recurso que vamos a utilizar en defensa». El entrenador entiende que a su pupilo le resultará fácil aprender «situaciones defensivas concretas» que desconoce. Luis Enrique resultará un instructor perfecto. Era delantero y jugó de lateral con Robson y Van Gaal. «Procuraba anticiparme ante jugadores más rápidos y habilidosos y estar encima para que no recibieran el balón cómodamente», recordó.

EL EQUIPO PEQUEÑO / Sea defensa, mediocentro o interior, Roberto y sus compañeros deberán reforzar la atención en el juego de estrategia. Tres de los seis goles encajados han sido a balón parado. Un aviso, tal vez, de cierta relajación después de «la mejoría incuestionable» de la temporada anterior. El Barça solo encajó un gol de córner en el último semestre. Nada ha cambiado. Juan Carlos Unzué es quien se levanta y da órdenes desde el área técnica.

«No somos un equipo alto, y las acciones de estrategia siempre serán un punto de sufrimiento. Si cambiamos el perfil de los jugadores defenderemos mejor pero entonces sufriremos con el juego, y preferimos  dominar el juego», reflexionó Luis Enrique.

LA MUJER DEL PRÓJIMO / Las últimas reflexiones de Mourinho fueron más mundanas. Relativas al fútbol pero poco relacionadas con el juego. Sabía, porque no se le escapa nada, que la esposa de Rafa Benítez le había aludido con ironía. «Vamos arreglando los entuertos que deja el amigo», había dicho Montse Seara al diario La Región. Como Mourinho nunca da una puntada sin hilo, se había preparado una respuesta.

«La mujer de Benítez está confundida. Cuando su marido fue al Chelsea fue para sustituir a Di Matteo. Ahora va al Madrid a sustituir a Ancelotti. A mí me sustituyó en el Inter y en seis meses destruyó al mejor equipo de Europa del momento», explicó, antes de regalarle desde el sótano del estadio de Washington un consejo con reproche incluido: «La mujer de Benítez debería ocuparse más tiempo de la dieta de su esposo antes que de hablar de mí».