LOS RIVALES AZULGRANAS

Un equipazo al son de Ibra

El París SG mira con ambición a Europa tras conquistar dos Ligas consecutivas

Morbo 8 Ibrahimovic, en un partido de Liga disputado contra el Reims el pasado 9 de agosto.

Morbo 8 Ibrahimovic, en un partido de Liga disputado contra el Reims el pasado 9 de agosto.

RAÚL PANIAGUA
BARCELONA

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El campeón de Francia será el rival más duro del Barça en el camino hacia los octavos. Si no hay sorpresas, el equipo azulgrana y el París Saint Germain se jugarán el liderato del grupo. No será fácil para el conjunto de Luis Enrique. El bloque de Laurent Blanc, que coincidió la temporada 1996-97 con el asturiano en el Barça, tiene los cimientos necesarios para llevar a cabo el asalto a Europa y cumplir el sueño de su dueño, el multimillonario magnate árabe Nasser Al-Khelaifi. Después de conquistar dos ligas consecutivas, la primera con Carlo Ancelotti y la segunda con Blanc, el PSG espera dar un paso más en la Champions. En las dos últimas ediciones se quedó fuera en los cuartos de final ante el Barça y el Chelsea.

Nombrar al PSG significa dirigir las miradas, una vez más, a Zlatan Ibrahimovic, el díscolo delantero sueco que fracasó en el Barça en la temporada 2009-10. Jamás digerió bien su salida, con Pep Guardiola como foco de sus críticas. Su estilo no convenció en el Camp Nou, adonde volverá el 10 de diciembre. A sus 32 años, se le van agotando las posibilidades de triunfar en la Champions. Colecciona Ligas (tiene ocho con el Ajax, Inter, Barça, Milan y PSG) pero su palmarés internacional es casi nulo: un Mundial de Clubs y una Supercopa de Europa con el cuadro culé. En Francia, Ibra ha exhibido su talento. El pasado curso logró 26 goles en 33 partidos, 10 más que su compañero Edinson Cavani, el combativo uruguayo que también pondrá la cosas difíciles a la defensa azulgrana. Ibra y Cavani conforman un dúo letal, pero el PSG es mucho más. En la defensa, junto al joven Marquinhos -que estuvo cerca del Camp Nou- emerge otro tándem, el formado por Thiago Silva y David Luiz, comprado este verano al Chelsea por 49,5 millones. Ha sido el único refuerzo estelar de un club acuciado por el juego limpio financiero de la UEFA, que ha limitado al gasto de los catarís.

Precedente angustioso

Ese control impidió al rival azulgrana pagar el traspaso de Di María, aunque tampoco resultaba imprescindible en un equipo con excelentes mimbres, desde el portero italiano Sirigu (el PSG también mostró su interés por Valdés) a Ibrahimovic, con puñales por las bandas como el brasileño Lucas Moura y el argentino Lavezzi. En el centro del campo, la creatividad y el músculo llegan gracias a Verratti, Matuidi, Motta o Pastore.

La mayoría vivió el último precedente ante el Barça, cuando el equipo de Tito Vilanova sufrió muchísimo para pasar a semifinales el 10 de abril del 2013. Lo hizo gracias a la aparición de un renqueante Messi y a un gol de Pedro que evitó un fracaso que llegaría luego ante el Bayern. «Somos más fuertes que hace dos años. Hemos mejorado y la Champions nos motiva mucho», dijo ayer Al-Khelaifi.