SÓLIDA TRAYECTORIA

El Barça va que chuta

Los números avalan al equipo de Valverde, líder en la Liga, clasificado para octavos y el menos goleado de Europa

Valverde y Messi, en Turín.

Valverde y Messi, en Turín. / periodico

Joan Domènech

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Ocho equipos se han clasificado para los octavos de final a falta de una jornada y catorce conservan las aspiraciones de conseguirlo en la última. El Barça, que recibirá al Sporting de Lisboa el 5 de diciembre, está donde le corresponde. Con los mejores. Ha acabado primero de su grupo europeo y marcha primero en la Liga. Lo seguirá siendo aunque pierda el domingo en Valencia, donde visita a su perseguidor más cercano.

El Barça de Valverde va que chuta. Los resultados representan el mayor aval –el principal- para el técnico mientras va construyendo su equipo. En el mismo lugar donde murió la era Luis Enrique, cobró fuerza el proyecto de Valverde. Con el empate definitivo para la clasificación, gracias a la última parada de Ter Stegen y la sonrisa de Leo Messi asumiendo la suplencia en un partido grande por primera vez.

Ileso del pelotón

Aliviado se marchó Valverde de Turín. Feliz por verse ileso del pelotón que se habría formado en la derrota. “Si hubiéramos perdido estaría esquivando las balas”, dijo al final del encuentro, consciente de que se jugó la vida tomando una decisión de grueso calibre. Por mucho que alegara razones tácticas –“pensábamos que el partido iba a ser cerrado al principio y que se podía abrir después, y le podía venir bien jugar la segunda parte”- como físicas: “Tenía mucha carga de partidos y alguna vez debía descansar”.

Valverde sale reforzado de Turín por el buen resultado y la actitud de Messi al asumir la suplencia

Los antecedentes ilustran la dificultad que entraña sentar a Messi. Si ya lo es durante un partido resuelto con goleada, cómo no va a serlo en uno relevante de Champions, contra un rival encopetado, y frente a dos compatriotas como Dybala e Higuaín, que le rinden pleitesía en Argentina.

Fútbol escaso en lujos

Tan feliz estaba Valverde por la buena cara que puso Messi como por la que mostró el Barça. “Damos sensación de solidez y solidaridad”, valoró el técnico, que se aferra a la rotundidad de los números frente a la subjetividad de las sensaciones que emite el equipo, escaso en lujos, muy justito de atractivos visuales.

Dieciocho partidos invicto acumula el Barça, que solo perdió los dos primeros ante el Madrid. Diez goles ha encajado, cinco de ellos acumulados en los duelos ante los blancos, y cinco desde entonces (uno de Getafe, Eibar, Atlético, Olympiacos, Sevilla). Solo uno en la Champions, irrelevante, en una marca que solo iguala el Paris Saint Germain, el más festivalero de la competición con 24 tantos.

El PSG de Neymar bate el récord goleador de la fase de grupos (21 tantos, ahora 24) y aún queda una jornada

El nuevo equipo de Neymar, que forma otro tridente con Cavani y Mbappé ha establecido un récord goleador, que estaba en 21, en poder del Borussia Dortmund desde la pasada campaña. A los tricolores les queda una jornada para ampliar la marca. La aportación del Barça palidece con solo 7 goles. Messi ha marcado tres, uno Rakitic y Digne y dos en propia puerta de Coates y Nikolaou. Los azulgranas aspiran a igualar el mejor récord defensivo, que sería pasar a octavos con un gol encajado.

Cruces morbosos con PSG y City

Tener asegurado el primer puesto evita al Barça el cruce morboso con el PSG de Neymar y Alves y el Manchester City de Pep Guardiola. También una visita a Londres frente al Chelsea y el Tottenham.

“En Turín jugamos con personalidad porque la Juventus es un rival que aprieta mucho y suele crear muchas ocasiones de gol”, destacó Valverde. El técnico logró desactivar al bicampeón italiano. La hinchada bianconera descubrió un Barça muy distinto. Algunos números comparados con el duelo del mes de abril lo confirman.

Barça y Juventus jugaron más a fútbol y, en cambio, fueron más inofensivos. Aumentaron sus intervenciones con el balón (dieron, en conjunto, 200 pases más), pero redujeron sus disparos a portería (de 14 a 9 el Barça y de 15 a 10 la Juve), hubo menos juego ofensivo (de 15 córneres a 5) y también rebajaron las faltas, de un total de 39 a 24.