El traje del 4-4-2

A la espera de que llegue Neymar, ya iniciado septiembre, Luis Enrique ha diseñado un nuevo ropaje táctico para su equipo. Se advirtió en la ida de la Supercopa con el Sevilla, pero en San Mamés, y con Arda como bisagra, volvió el técnico a emplear un 4-4-2, sobre todo a la hora de defender. Ataca con tres y se repliega con cuatro en el centro del campo. 

1. TER STEGEN, EL BAILARÍN CON EL BALÓN

Tocó más balones que ningún jugador del Athletic. Y eso que falló de manera estrepitosa nada más iniciarse el partido. Pero no se rindió en ningún momento. Es más, dio la sensación de que disfrutó en su retorno a San Mamés, un estadio donde salió hace un año martirizado por a

quel golazo de San José, precedido de un grave error suyo. Hay algo en el alemán que no deja de sorprender, y eso que ya ha iniciado su tercer año como azulgrana. Solo Piqué, con 65 pases buenos de 74, Umtiti, con 65 de 72, Sergi Roberto (55 de 67) y Busquets (54 de 59) tienen mejores registros que el guardameta alemán.

Ter Stegen ofreció una lección de precisión en el pase (82%), símbolo de madurez y fortaleza anímica porque no se dejó impresionar por su propio fallo. Y ni tan siquiera se asustó, dejando cifras impropias de un portero. Basta mirar lo que hizo el jugador del Athletic que más pases dio (Beñat) para comprobar la magnitud de su obra. El centrocampista vasco repartió 36 pases buenos de 48 intentos, 14 menos que el guardameta del Barça. Solo se le mira cuando falla. No las veces que inició el juego con acierto, transformado en un bailarín con la pelota.

2. RAKITIC, OTRO ROL EN LA BANDA DERECHA

El primer síntoma del nuevo oficio de Rakitic se descubrió, sobre todo, en la primera parte. El Athletic, que tenía bien estudiada la lección, cerró el carril derecho de Sergi Roberto obligando a salir a los azulgranas por el flanco izquierdo, con un tranquilo Umtiti y un profundo Jordi Alba. Pero con un lateral derecho mucho más contenido –Sergi Roberto no sube tanto como Alves, pero hace mucho daño, como se vio en la segunda parte– adquirió mayor protagonismo Rakitic. Y por encima de ese imponente cabezazo que selló el triunfo azulgrana en San Mamés.

El croata, que tiene ahora más competencia que nunca, llenó la banda derecha con una autoridad indiscutible. No tenía que mirar tanto a Messi, ocupado como estaba Rakitic en asomarse de punta a punta del campo. Cuando Sergi Roberto estaba agobiado, él le daba una salida en corto. Cuando necesitaba el Barça salir en largo, ahí andaba Rakitic llegando desde atrás –rompió al Athletic con su aparición en el 0-1– y siendo el inicio del nuevo 4-4-2.

3. ARDA FIJA, ABRE Y DESPUÉS ROMPE

Con Rakitic gobernando nada más comenzar, escoltado por un valioso Sergi Roberto, cuyo papel en la segunda parte resultó fundamental para eliminar líneas cabalgando tal si fuera un interior, el Barça tuvo en Arda Turan al tipo que fijaba a la defensa del Athletic en la otra punta del campo.

Pegado a la cal, y con la paciencia necesaria, el turco volvió a ofrecer una exhibición de su nuevo rol. En ataque era el tercer delantero; en defensa, era el cuarto centrocampista. Mientras Messi y Suárez fijaban a los centrales con tan solo su presencia, el nuevo Arda encontró los espacios a la espalda de los centrocampistas del Athletic.

Pero demostró, especialmente, la inteligencia táctica necesaria para que un mismo equipo usara dos nuevos trajes. El tradicional, cuando tenía el balón (acaparó el Barcelona el 63% de la posesión) y el renovado, cuando empujaba el Athletic. Entonces, el turco no solo corría para atrás, sino que ayudaba con generosidad en la presión.

Cuando llegue Neymar, quizá el Barça no pueda jugar así, pero Luis Enrique no solo ha sabido reactivar a Arda (maravillosa su asistencia a Rakitic), sino que tiene otro registro táctico.