Arda, el astro que sigue sin brillar

Arda Turan, ayer en Dublín.

Arda Turan, ayer en Dublín.

JORDI TIÓ / BARCELONA

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Dulce pero efímero, como una delicia turca. Así de breve ha sido el buen inicio de temporada de Arda Turan, revitalizado en un esperanzador arranque de campaña, ante la ausencia de Neymar mientras estuvo con la selección olímpica de Brasil, pero desaparecido de nuevo con la llegada del brasileño y su postergación a la suplencia, cada vez con mayor asiduidad.

Así las cosas, el exatlético sigue sin justificar lo que pagó el Barça por él (34 millones más 7 en variables) y en cada aparición sobre el terreno de juego genera más interrogantes acerca de lo que Luis Enrique, su gran valedor, pudo intuir sobre lo bueno que sería para el equipo contar con este futbolista anárquico, caído incluso en desgracia en su propia selección, a pesar de ser su capitán.

AMPLIO MARGEN DE COMPRENSIÓN

Y eso que el margen de comprensión para Arda ha sido amplio porque larga fue su espera antes de que pudiera debutar como azulgrana debido a la sanción de la FIFA que pesaba sobre el club. Una circunstancia que atenuó su mala media temporada inicial, que cerró con la promesa de una mejora sustancial.

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Y sí, las buenas sensaciones que desprendió Turan ya en la pretemporada, a la que llegó incluso más estilizado (perdió cerca de cuatro kilos), ilusionaron a los culés. Más si cabe tras su excelente participación en los dos partidos de la final de la Supercopa de España ante el Sevilla, en la que fue el mejor anotando dos goles.

Igual de bueno fue su estreno liguero, destacando en posiciones de ataque, donde se siente más cómodo que en el centro del campo, pero con el retorno de Neymar su estela volvió a apagarse con rapidez. Sus últimas apariciones no dan para ser optimista, mucho menos tras observar su rendimiento ante el Hércules. La estrella no brilla.