UN EJE DEFENSIVO INÉDITO

Abidal se gana ovaciones y Busquets repite de central

Busquets controla el balón.

Busquets controla el balón.

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Raymond Domenech, el criticado exseleccionador francés, no debe de entender nada. Laurent Blanc, el nuevo y esperanzador técnico de los galos, aún se frota los ojos. Lógico. Cada vez que ven a Eric Abidal ejerciendo de central con la camiseta del Barça deben pensar que se trata de otro futbolista. No ese alocado y poco hábil tácticamente que cometía numerosos errores de principiante cuando jugaba con Francia. Viéndolo ayer en el Camp Nou, transformado en un central sobrio, rápido, inteligente técnica y tácticamente, no entienden nada. El público del Barça, sí. Cada acción defensiva de Abidal, y hubo bastantes, eran premiadas con grandes ovaciones. No solo porque evitaban el peligro antes incluso de que llegara sino porque, al mismo tiempo, el lateral zurdo (acabó ahí porque luego entró Milito) ofreció un partido completo.

A su lado tenía a Busquets. Ejerció de central diestro, temiendo tal vez Guardiola que la corpulencia de Rafa Jordà le pudiera ocasionar algún problema al joven Bartra. El chico del filial se quedó en el banquillo porque el técnico apostó por Busquets (segunda vez que hace de central) y Abidal, una pareja que sufrió en los minutos finales.