FINAL DE LA LIGA ENDESA

"Que no pase más"

La afición culé acepta con amargura el éxito del Madrid, que festejó el título en el Palau

Tomic, tumbado en el parquet del Palau, en un momento del tercer y definitivo partido de la final de la Liga Endesa entre el Barça y el Madrid

Tomic, tumbado en el parquet del Palau, en un momento del tercer y definitivo partido de la final de la Liga Endesa entre el Barça y el Madrid / periodico

RAÚL PANIAGUA / BARCELONA

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Las imágenes eran dolorosas. Felipe Reyes Sergio Llull, dos de los jugadores del Madrid más odiados por la afición culé, levantaban el trofeo de campeones de Liga Endesa en el centro del Palau, junto al escudo del Barça. Poco después, Rudy, otro clásico de las iras azulgranas, se aupaba para llevarse de recuerdo la red de la canasta. En la otra punta, Abrines lloraba por la derrota. Éxtasis blanco, drama culé. Pleno del Madrid, vacío del Barça. Y todo culminado en un Palau muy dolido.

Después de los dos fiascos en Madrid, sobre todo el desastre del domingo, los jugadores habían apelado a la magia del Palau para plantar cara y caer, al menos, con mayor dignidad. Abrines, incluso, había hablado de poner "más cojones", pero esa referencia a "las partes nobles del ser humano", como las definió Pep Guardiola antes de medirse con el Oporto, no suele ser suficiente. El Madrid volvió a ser mejor, por mucho que el Palau pusiera todo para prolongar la final.

Pitos a Xavi Pascual

Venía con ganas de guerra la afición en un día festivo, con un gran ambiente, tanto en la cancha como fuera, con los estands de los precandidatos para la recogida de firmas. La ovación inicial fue atronadora para los jugadores cuando se anunciaron sus nombres por megafonía. Solo hubo una excepción: Xavi Pascual. El entrenador se llevó los pitos de parte del pabellón. Muchos aficionados desean un cambio tras un curso en blanco.

No faltó de nada en el Palau, que estalló con la antideportiva a Satoransky por un codazo a Ayón (m. 15), que propició el clásico "¡así así gana el Madrid!". Volvió a repetirse la situación en el segundo tiempo con Tomic como damnificado (m. 25) en una decisión de Pérez Pizarro. Nunca calló la afición. Animó hasta el último segundo, cantando el himno y proclamando su odio al rival. Pero el equipo de Laso venció y pudo celebrar su título sin sobresaltos en la cancha enemiga.

"Ha sido una temporada decepcionante. Un club como este siempre tiene que ganar algo. Ha ido todo al revés. Es el momento de reflexionar y ser mejores en el futuro", reflexionó Navarro, que no confirmó su participación en el Europeo por sus problemas en la fascia plantar. "No hemos estado acertados en los momentos importantes. No hemos sabido competir. Hay que intentar ser mejores el año que viene", añadió el capitán, que también apuntó a los árbitros. "El Madrid fue mejor, pero les permiten hacer cosas que a nosotros no nos dejan".

Abrines Tomic fueron contundentes. "Esto no se puede volver a repetir. Hay que mejorar y cambiar. Que no pase más", reflexionó el alero, uno de los más afectados por la derrota. "Nadie puede decir que no queremos ganar, que no queremos competir. Pero hemos vuelto a fallar", valoró Tomic, el mejor del encuentro. Pascual, finalmente, pidió disculpas a la afición. "Me duele por nuestra gente. Este equipo siempre tendrá futuro, hay que trabajar en verano y hacer las cosas con ilusión. Estuvimos muchos años arriba del todo y podemos volver", afirmó el técnico, que recordó las lesiones como la clave de una triste temporada