CATÁSTROFE NATURAL

Un mes del ciclón 'Idai': más de 1.000 muertos y 1,8 millones de afectados

Al menos un millón de niños necesitan asistencia tras la devastadora tormenta en Mozambique, Zimbabue y Malaui

Los estragos del ciclón 'Idai' en su paso por Beira, Mozambique.

Los estragos del ciclón 'Idai' en su paso por Beira, Mozambique. / periodico

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Los muertos por el paso del ciclón Idai el pasado 14 de marzo por Mozambique, Zimbabue y Malaui pasan ya del millar.  Los tres países quedaron devastados consecuencia de las tormentas y las inundacionesMiles de personas necesitan todavía de ayuda humanitaria tras el desastre del peor ciclón vivido en la región en las últimas dos décadas. El Banco Mundial ha estimado que los países afectados se necesitan más de 2.000 millones de dólares para recuperarse

Un mes después de que el ciclón 'Idai' golpeara la ciudad portuaria  de Beira, en Mozambique, y provocara el mayor desastre en décadas en el país africano, lo peor parece haber pasado, pero aún hay miles de personas con problemas para recibir asistencianiños traumatizados por la tragedia vivida y problemas para el abastecimiento de alimentos que podrían tener graves consecuencias en un futuro si no llega la ayuda al ritmo requerido.

Unos 1,8 millones de personas necesitan asistencia, de las que en torno a un millón son niños, como consecuencia de los estragos ocasionados por el ciclón, que tocó tierra cerca de Beira, segunda ciudad del país, dejando a su paso un reguero de destrucción.

Hasta el momento, la catástrofe ha dejado al menos 603 muertos en Mozambique y más de 73.000 mozambiqueños permanecen desplazados en centros provisionales puestos en marcha por el Gobierno. En Zimbabue la cifra de muerto aumenta a 344 personas y más de 16.000 se encuentran fuera de sus hogares. Mientras que en Malaui, la tormenta trajo consigo fuertes lluvias que agravaron el sufrimiento de los malauenses y han dejado 60 muertos y más de 600 heridos. 

Leve recuperación

Sin embargo, están apareciendo ya las primeras señales de recuperación y son muchos los que ya han comenzado a regresar a sus casas, o lo que queda de ellas, e intentar rehacer sus vidas. "Aún queda una enorme cantidad de trabajo por hacer, pero algunos de los peligros inmediatos están pasando", sostiene el jefe de operaciones de emergencia de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) en Beira, Florent Del Pinto.

"Los nuevos casos de cólera están decayendo", resalta Del Pino. Según los últimos datos, se han registrado cerca de 5.000 casos de cólera desde que apareció el brote, si bien durante el pasado fin de semana no se habrían detectado nuevos casos, de acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). 

La leve recuperación que está viviendo Mozambique tras la catástrofe es resultado tanto de los esfuerzos en materia de agua y saneamiento de las organizaciones humanitarias como de la campaña de vacunación oral llevada a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con las autoridades locales y otras oenegés de la que se han beneficiado cerca de 900.000 personas.

Alarma alimentaria

"Pero no podemos permitirnos ser complacientes, este trabajo tiene que continuar", previene Del Pinto. Uno de los peligros que planea ahora sobre los miles de afectados por el ciclón es el de una crisis alimentaria, puesto que el sur de África era ya una zona muy golpeada por la falta de alimentos y los fondos no parecen estar llegando en la cantidad que deberían hacerlo para paliar las necesidades.

'Idai' ha destruido cientos de miles de hectáreas de cultivos y ha desplazado a cientos de miles de personas, que se han quedado sin sus medios subsistencia. Por ello, sostiene el director para África Central y del Sur de la organización CARE International, Matthew Pickard, hacen falta asistencia alimentaria y actividades de recuperación temprana. 

En este sentido, es fundamental conseguir "hacer llegar semillas a las familias para que puedan volver a plantar las cosechas perdidas aprovechando la humedad residual en la tierra y así cultivar lo suficiente para sobrevivir durante el año". Puesto que "pese a la vasta destrucción y la enormidad de las necesidades, la respuesta humanitaria solo ha recibido el 18% de los fondos", puntualiza March Nosbach.

Comunidades aisladas

Además, un mes después de la tragedia, todavía hay localidades que no han recibido ningún tipo de ayuda hasta el momento. Oxfam ha realizado una visita a comunidades aisladas en Zambezia, una provincia al norte de Beira, empleando coches, motos y canoas para llegar hasta allí. Solo en la comunidad de Gentivo, localizó a 2.000 mozambiqueños que necesitados de ayuda, pero estima que habría otras 4.000 más.

"La tragedia es que Gentivo no es una anomalía", subraya la responsable de campañas humanitarias de Oxfam, Dorothy Sang. "Sabemos que hay muchas más personas allí sin ayuda", añade. "Estas son zonas que no fueron necesariamente las más golpeadas por el desastre, pero la gente ya vivía en la pobreza crónica y ahora se enfrentan a enormes retos para sobrevivir y corren el riesgo de ser simplemente olvidadas", lamenta.

Algunos lugares parecen una zona de guerra tras el paso del ciclón, "seguimos encontrando a supervivientes que necesitan ayuda desesperadamente", añade Sang, lamentanto que "los fondos ya se están agotando" y las necesidades aún no se han cubierto.

Menores traumatizados

El ciclón también ha dejado otras cicatrices invisibles que tardarán más tiempo en curarse. "Estamos extremadamente preocupados por el bienestar a largo plazo de los niños tras la devastadora tormenta", reconoce Maria Waade, especialista en salud mental y apoyo psicosocial de Save the Children en Mozambique.

"Muchos niños con los que hemos hablado han visto a sus padres hermanos arrastrados por las aguas o han sido testigos de cómo sus casas se desmoronaban a su alrededor", subraya la experta que apela a la importancia de dar apoyo en salud mental a los menores para recuperarse de las terribles experiencias vividas durante el ciclón.