EMERGENCIA EN EL CARIBE

La ONU pide 106 millones para ayudar a los damnificados por 'Matthew' en Haití

Las zonas más afectadas necesitan con urgencia recuperar las instalaciones de saneamiento ante la rápida extensión del cólera y otras enfermedades

Una mujer lava ropa en las calles de Port-Salut, al suroeste de Puerto Príncipe, el 9 de octubre.

Una mujer lava ropa en las calles de Port-Salut, al suroeste de Puerto Príncipe, el 9 de octubre. / periodico

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La ONU ha solicitado 119 millones de dólares (106,5 millones de euros) para asistir a las 750.000 personas más necesitadas de los 1,2 millones de afectados por el paso del huracán 'Matthew' por Haití durante los próximos tres meses.

Los fondos serán utilizados para proporcionar alimentos, agua potable y alojamiento a los más vulnerables después de que grandes extensiones de cosechas y también muchas infraestructuras resultaran destruidas por la acción del huracán, ha señalado la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

"El huracán 'Matthew' ha causado la peor crisis humanitaria en Haití desde el terremoto del 2010 en unos momentos en que el país está afrontando un incremento de los casos de cólera, y una severa inseguridad alimentaria y malnutrición", ha advertido la OCHA.

'Matthew', el huracán más potente que ha atravesado el Caribe en la última década, golpeó Haití el 4 de octubre y dejó a su paso un millar de muertos, según un recuento de Reuters obtenido a nivel local, además de sembrar el caos y la destrucción en el suroeste del país, región en la que el nivel de pobreza alcanza el 70%.

Según la evaluación de imágenes recogidas vía satélite, más de 1,2 millones de personas sufrieron vientos de más de 120 kilómetros por hora en los departamentos de Grand'Anse, Sud y el extremo occidental de Nipes, lo que ocasionó destrozos en viviendas y arrancó árboles, y unos dos millones sufrieron precipitaciones extremas.

COSECHAS PERDIDAS

De acuerdo con las estimaciones del Programa Mundial de Alimentos, hasta el 80% de la cosecha en las zonas afectadas se ha perdido, si bien todavía no se ha podido realizar una evaluación exhaustiva de los daños ocasionados en todo el país.

Los principales retos son facilitar urgentemente el acceso a agua potable e instalaciones de saneamiento adecuadas ante la probable extensión del cólera, que ya estaba presente en algunas de las zonas afectadas. Las lluvias han aumentado el riesgo de propagación de la enfermedad, así como de otras enfermedades de transmisión por el agua, lo que podría afectar a miles de personas.