DRAMA HUMANITARIO EN EUROPA

La UE y Turquía cierran un acuerdo para expulsar refugiados a partir de este domingo

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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Todos los inmigrantes y refugiados, incluidos sirios, que lleguen de forma irregular a las islas griegas a partir de este domingo podrán ser devueltos a Turquía. Tras días de polémica en torno a la legalidad de un plan que es visto con mucha preocupación por algunos organismos internacionales y oenegés, los 28 jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, han sellado por unanimidad este viernes un acuerdo con el que poner orden a los flujos migratorios a través del Egeo y cerrar una autopista por la que llegaron a Grecia el año pasado cerca de un millón de personas.

El acuerdo, logrado tras dos días de intensas negociaciones, establece la medianoche del 20 de marzo como fecha de corte a partir de la cual se podrá expulsar a quienes no cumplan los requisitos para permanecer en territorio griego. La UE confía que esta amenaza sirva para frenar las llegadas y romper el modelo de negocio de las mafias que trafican con inmigrantes. Para responder a las dudas legales planteadas por numerosas delegaciones -entre ellas EspañaFrancia o Suecia- el acuerdo recoge que el procedimiento respetará plenamente la legislación europea e internacional, que no habrá expulsiones colectivas ni devoluciones en caliente, que el plan de deportaciones será “temporal” y “extraordinario” y que se hará en colaboración con el alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados.

4.000 EXPERTOS PARA APLICAR EL PLAN

El objetivo, sin embargo, no varía: devolver, una vez examinadas las peticiones, al máximo número posible de refugiados y a todos los inmigrantes irregulares. Y, sobre todo, hacerlo por la vía acelerada. Para ello, Turquía y Grecia tendrán que adoptar todas las medidas necesarias –jurídicas y logísticas- para poner en práctica el acuerdo, incluido el envío de funcionarios a sus respectivos países desde este mismo domingo con vistas a garantizar una aplicación rápida del plan.

Según las estimaciones de la Comisión Europea, la aplicación exigirá la movilización de 4.000 personas entre expertos, intérpretes, guardafronteras, abogados o jueces y tendrá un coste estimado de entre 280 y 300 millones en seis meses. La UE se hará cargo del coste de todas las operaciones de retorno y la primera reunión operativa entre los Veintiocho tendrá lugar este sábado en Atenas.

El plan introduce la fórmula de que por cada sirio devuelto de las islas griegas, los estados miembros acogeran a otro sirio directamente del territorio turco y lo harán teniendo en cuenta los criterios de vulnerabilidad de las Naciones Unidas y dando prioridad a aquellas personas que no hayan intentado entrar en el pasado de forma irregular en la UE. Las reubicaciones no serán, sin embargo, ilimitadas. Inicialmente se ofrecen 18.000 plazas, a las que se podrían sumar 54.000 si fuera necesario, pero 72.000 será el tope máximo.

A los países que participen se les deducirá el cupo de las personas que ya se han comprometido a reubicar desde Grecia e Italia. Si se supera la cifra de 72.000 el mecanismo se detendrá porque entienden que el plan habrá fracasado. Como incentivo al Gobierno turco, le ofrecen un plan voluntario de admisión humanitaria desde Turquía, aunque solo se aplicará en caso de que las llegadas “se detengan o reduzcan sustancialmente”.

EVITAR NUEVAS RUTAS

Además, Turquía se compromete a adoptar las medidas necesarias para prevenir la apertura de nuevas rutas alternativas hacia Europa. Una cuestión que preocupa a numerosos países. Desde Bulgaria hasta España o Italia, que teme un repunte en las llegadas por Libia.

El Gobierno de Erdogan obtiene a cambio las concesiones a las que aspiraba. Los Veintiocho acelerarán la liberalización de visados para los turcos con vistas a eximirles de este requisito desde finales de junio. La UE aclara, no obstante, que no habrá atajos y que Turquía tendrá que cumplir con los 72 parámetros exigidos, de los cuales, según el primer ministro Davutoglu, le quedan 35.

Otra de las importantes concesiones que se lleva Ankara es el compromiso europeo a identificar en una semana nuevos proyectos –en el ámbito de la sanidad, infraestructuras, educación o alimentación- a los que asignar parte de los 3.000 millones ya prometidos el año pasado. Una vez que este dinero se haya gastado, los Veintiocho destinarán otros 3.000 millones adicionales, hasta el 2018, lo que significa que se duplicará la cantidad prometida a Ankara.

NEGOCIACIONES DE ADHESIÓN

En lo único en lo que el Gobierno de Erdogan no ha conseguido avanzar tanto como pretendía es en las negociaciones de adhesión a la UE. Aspiraba a abrir cinco de los capítulos que están bloqueados desde el año 2008, por la negativa de Turquía a reconocer a Chipre y a incluirlo en el protocolo aduanero firmado por la UE, pero finalmente solo se abrirá uno y no es ninguno de los cinco que pedían. Se trata del capítulo de presupuesto y la intención es lanzarlo durante este primer semestre del 2016.

Los Veintiocho también se comprometen a apoyar a Turquía en su objetivo de crear zonas seguras dentro de Siria cercanas a la frontera turca donde “la población local y los refugiados estén más seguros”.