Vallejo Balda confiesa haber filtrado a dos periodistas documentos secretos del Vaticano

El sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, antiguo ecónomo-revelación de Astorga (España), ha admitido este lunes, en el proceso conocido como Vatileaks-2, reanudado hoy después de tres meses, que efectivamente pasó documentos reservados del Vaticano a dos periodistas.

Se trata de Gianluigi Nuzzi, que ha publicado 'Via Crucis', y Emiliano Fittipaldi, autor de 'Avaricia'. “Les di la documentación porque temía por mi vida”, ha confesado Balda, explicando que al periodista Nuzzi le entregó las 87 claves de su correo, aunque tuvo “la neta sensación de que ya las tenía”.

Los tres están siendo procesados por la justicia vaticana, junto con Francesca Inmacolata Chaouqui, embarazada de ocho meses, una especie de Mata Hari que, según ha explicado el monseñor en la vista oral de este lunes, se definió a sí misma como “segundo” de los servicios secretos italianos.

La filtración de documentos sobre los que trata el proceso se refiere a la radiografía que una comisión realizó desde el 2013 hasta el 2014 sobre toda la economía y finanzas del Vaticano, por orden del papa Francisco. La radiografía debía servir, posteriormente, para realizar la reforma de todo el sistema, como realmente ha hecho Jorge Bergoglio.

SEDUCCIÓN EN FLORENCIA

La vista oral ha entrado finalmente, después de resolver las cuestiones formales, en lo vivo del proceso. Durante la misma el sacerdote español ha evocado el momento, en Florencia, en que Chaouqui le sedujo. “Para una persona normal, se trataba de una situación muy comprometedora y como sacerdote me he sentido incómodo”, ha declarado a los jueces. 

Balda, que ha testificado en castellano con intérprete, ha explicado que temía “el mundo” (servicios secretos) que vislumbraba detrás de Chaouqui y que uno de los periodistas (Nuzzi) formaba parte del mismo. Ha añadido que Chaouqui le dijo a un cierto punto que tenían que pedir “ayuda a la mafia”.

MALETAS BLINDADAS

La mujer será interrogada en la vista oral del martes, aunque este lunes ya se presentó en la sede del tribunal con dos guardaespaldas y dos maletas blindadas repletas de documentos, entre ellos un certificado médico de que corre peligro de un parto prematuro. Quizás por esta razón, en las cercanías del tribunal, estaba aparcada una ambulancia vaticana.

Se rumorea que el Papa, como monarca absoluto del Vaticano, podría cerrar el proceso antes de Pascua con un acto de clemencia hacia los imputados, toda vez que las eventuales culpabilidades ya habrán sido admitidas. “Eso depende del Papa, no de nosotros”, ha dicho el periodista Fittipaldi.