La crisis de Ucrania

Kiev da un ultimátum a los rebeldes prorrusos antes de usar la fuerza

Policias ucranianos abandonan las posiciones que mantenían en la sede del Gobierno regional de Járkov, ayer.

Policias ucranianos abandonan las posiciones que mantenían en la sede del Gobierno regional de Járkov, ayer.

LEV GANIN
MOSCÚ

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Las autoridades de Ucrania lanzaron ayer un ultimátum a los manifestantes prorrusos atrincherados desde el fin de semana en los edificios gubernamanentales en varias ciudades del este del país que aspira a obtener la independencia de Kiev.El ministro del Interior ucraniano en funciones, Arsén Avákov, advirtió de que en 48 horas desalojará de las sedes ocupadas, ya sea a través de la negociación o por la fuerza, a los «separatistas» que exigen del Gobierno central la federalización del Estado o, más aun, la independencia.

«Considero que encontraremos una solución a la crisis en las próximas 48 horas. Hay dos escenarios, que son las negociaciones o el uso de la fuerza», dijo Avákov a la prensa.

El pasado domingo los activistas prorrusos ocuparon las sedes de los gobiernos regionales en las ciudades de Donetsk y Járkov y la sede del servicio de seguridad (SBU) en Lugansk. En la madrugada del lunes al martes, la policía ucraniana logró retomar el edificio de Járkov.

El Gobierno ucraniano envió ayer refuerzos policiales a las zonas rebeldes. La televisión ucraniana 1+1 informó de que en Lugansk llegaron carros blindados, así como un destacamento del grupo radical nacionalista Sector de Derecha bajo el mando de su líder y candidato presidencial, Dmitri Yarosh. Los activistas prorrusos, por su parte, dejaron salir a unos 60 rehenes que mantenían en la sede de la SBU, pero reforzaron las barricadas frente al edificio.

NEGOCIACIONES / Varios políticos oficialistas y la oposición llamaron ayer a las autoridades en Kiev a no usar la fuerza contra los manifestantes. «Varios negociadores están trabajando con los manifestantes. Invitamos a especialistas de los servicios de seguridad y también a representantes de la sociedad civil y líderes de la opinión pública. Insistiré en la solución pacífica del conflicto», dijo el gobernador de la región de Donetsk, Serguéi Taruta.

«Hemos de enviar una señal clara de que las autoridades garantizarán los derechos de los participantes en las protestas», afirmó Nestor Shu-

frich, diputado del opositor y prorruso Partido de las Regiones.

La escalada de la tensión coincide con los crecientes rumores en Ucrania de que Rusia está concentrando de nuevo en la frontera unos 200.000 militares listos para el combate. Pero Moscú negó ayer las acusaciones de que está reforzando sus tropas en zonas colindantes con Ucrania.

«EEUU y Ucrania no tienen razón alguna para estar preocupados. Rusia ha declarado en varias ocasiones que no realiza en su territorio ninguna actividad extraordinaria que tenga importancia militar», dijo el Ministerio de Exteriores ruso. «Las actividades cotidianas de las tropas rusas no suponen amenaza alguna para EEUU ni para otros países miembros de la OSCE», subrayó.

DIÁLOGO A CUATRO BANDAS / El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, indicó ayer que Rusia estará dispuesta a participar en las posibles negociaciones a cuatro bandas sobre Ucrania, con participación de EEUU y la Unión Europea, siempre y cuando se centren en la promoción del diálogo y de la reforma constitucional en Ucrania. Así lo explicó al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en una conversación por teléfono.

El martes Kerry propuso celebrar la semana que viene una reunión con participación de Moscú, Kiev, Washington y la Unión Europea para buscar la distensión en Ucrania.

En un comunicado emitido también el martes, el Ministerio de Exteriores ruso reafirmó que una reforma constitucional que incluya la federalización de Ucrania es clave para superar la crisis y pidió a las autoridades en Kiev que dejen de culpar a Rusia de todos sus males.

Mientras, el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió ayer de que Rusia, que sigue subsidiando a Ucrania a pesar de no reconocer a las nuevas autoridades ucranianas, podría dejar de hacerlo en cualquier momento si sigue la escalada de la crisis en las regiones orientales del país donde reside una mayoría rusa.

«Nuestros socios en Europa reconocen la legitimidad de las autoridades actuales de Kiev, pero no hacen nada para apoyar a Ucrania. No han soltado ni un dólar, ni un euro. Rusia no reconoce la legitimidad del Gobierno de Kiev, pero sigue ayudándolo con miles de millones de dólares. Sin embargo, eso no puede continuar eternamente», dijo Putin en una reunión con el Gobierno dedicada a escalada de la crisis en Ucrania.