¿Qué hacer con el cadáver?

Incluso muerto, Muamar Gadafi sigue siendo un elemento de discordia entre los libios. Las nuevas autoridades no logran ponerse de acuerdo sobre qué hacer con el cadáver del dictador ni dónde enterrarlo. La inhumación, que debía haberse producido ayer para cumplir con la tradición musulmana de enterrar a los muertos dentro de las 24 horas después del fallecimiento, ha sido aplazada. Mientras, el cuerpo magullado y ensangrentado de Gadafi seguía ayer siendo exhibido de la forma más impúdica para escarnio público, al tiempo que crecía la demanda internacional de que se investigue las circunstancias de su muerte.

El cadáver de Gadafi yacía ayer sobre un colchón en un almacén refrigerado para la carne en un antiguo mercado de Misrata, sin ni siquiera haber sido lavado. Miles de libios hicieron cola para contemplarlo y muchos sacaban fotografías.«Les he dicho [a los milicianos que custodiaban el cuerpo] que lo mantengan en el refrigerador durante unos días, para asegurarnos de que todo el mundo sabe que está muerto»,declaró a la agencia Reuters el ministro del Petróleo, Alí Tarhouni.

Otro responsable libio ofreció, bajo la cobertura del anonimato, una explicación más convincente:«No se ponen de acuerdo sobre el lugar del entierro. Bajo el islam, setenía que haber hecho rápido, pero tienen que ponerse de acuerdo sobre si lo entierran en Misrata, en Sirte[su ciudad natal], o en cualquier otro lugar». Tampoco hay acuerdo sobre si la ubicación de la tumba debe mantenerse en secreto. Miembros de la tribu Gadadfa, a la que pertenece el dictador, se han puesto en contacto con el Consejo Nacional de Transición (CNT) para sondear las posibilidades de que sean ellos quienes se ocupen de la inhumación.

Ayer había también signos de discordia entre el CNT y los milicianos de Misrata, ciudad que fue un feudo de la rebelión. Y llegaron a circular especulaciones sobre la posibilidad de que los restos de Gadafi fueran arrojados al mar, tal como hizo EEUU con el cadáver del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden. Tampoco está claro que sucederá con el cuerpo de Mutasim Gadafi, el hijo del tirano también muerto el jueves en circunstancias desconocidas. Otro hijo, Saif el Islam, sigue en paradero desconocido.

Presagio

No falta quien ve en la disputa sobre qué hacer con el cadáver de Gadafi un presagio de lo que se avecina y de lo difícil que será buscar los consensos necesarios para una transición política exitosa.

Mientras se despeja la incógnita sobre el lugar del reposo definitivo del hombre que dirigió Libia con mano de hierro durante 42 años, crece la polémica por la forma en que murió. La comisaria de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, pidió, a través de su portavoz oficial, una investigación sobre lo ocurrido.«No sabemos qué ocurrió. Hay cuatro o cinco versiones diferentes sobre cómo murióy es importante que sea esclarecido»,afirmó el portavoz, Rupert Colville, quien no ocultó sus sospechas.«Si se toman juntos los dos vídeos[del jueves]resultan muy perturbadores porque ves a alguien capturado vivo y después ves a la misma persona muerta».

«Las ejecuciones sumarias son estrictamente ilegales bajo cualquier circunstancia. Otra cosa distinta es si alguien muere en combate. En Libia había una guerra civil y si alguien muere como parte de un combate es aceptable bajo las circunstancias»,subrayó Colville.«Pero si alguien es capturado y después asesinado a propósito, entonces es una cuestión muy grave»,añadió.

Ayer se difundió un nuevo vídeo, grabado con móvil, sobre los últimos momentos de Gadafi. Las imágenes, algo más claras que en los dos anteriores pese a los bruscos movimientos de quien filma, muestran a un Gadafi con la cara ensangrentada rodeado por una turba que le zarandea al grito deAlá Akbar(Dios es grande) mientras se oyen de fondo ráfagas de metralleta. Da la impresión de que el derrocado mandatario está siendo objeto de un linchamiento. Pero la imagen de Gadafi desaparece de la pantalla en el momento en que suenan disparos más cercanos.

«Lo capturaron vivo y mientras se lo llevaban, le golpearon y le mataron. Quizá ofreció resistencia»,afirmó ayer a la agencia Reuters una fuente del CNT. La versión oficial del Gobierno provisional es que Gadafi murió de un disparo en la cabeza en el fuego cruzado entre las fuerzas de la insurgencia y los guardaespaldas que trataban de proteger al exmandatario y que falleció cuando era trasladado al hospital. El primer ministro, Mahmud Jibril, asegura que no había órdenes de matarlo.

El médico forense que examinó el cuerpo determinó que Gadafi había recibido un disparo en la cabeza y otro en el abdomen y que fue este último el que le provocó la muerte.

EEUU instó al CNT a establecer de forma«transparente»las causas de la muerte. Amnistía Internacional pidió una investigación«completa, independiente e imparcial».