Anoche el Barça recibió en el Camp Nou al equipo bielorruso Bate Borisov con 30.000 'estelades' repartidas por las entidades soberanistas catalanas. Pese a que la exhibición de dicha bandera viole las normas de la UEFA no me parece bien que un club deportivo deba pagar de nuevo por los errores cometidos por una minoría de su afición.De la misma manera que no comparto la idea de convertir al Barça en un promotor de la independencia.
En los últimos años, el fútbol se ha visto salpicado por conflictos y polémicas relacionadas con nacionalismos que no le corresponden. Como yo, somos muchos los aficionados a este deporte que no queremos que se nos relacione con una ideología política u otra en función de nuestro equipo.
Me parece triste que se mezcle el fútbol (o cualquier otro deporte) con la política, ya que esta debería ser una afición saludable y no una fuente de escándalos mediáticos.