Un plató a lo Brooklyn

Que la fotografía ha cambiado radicalmente en los últimos 20 años no es ningún secreto. Y no solamente las cámaras, sino que los estudios también se han visto obligados, en muchos casos, a reinventarse. Esto es justamente lo que Gustavo Ruiz y Miguel Yerga decidieron hacer con Shoot Estudios: transformar el concepto tradicional de estudio fotográfico -el de la sábana blanca y grandes focos- en un loft estilo Brooklyn o un taller abandonado.

"Nos hemos convertido en decoradores", afirma Yerga, copropietario de los tres espacios que componen Shoot Estudios (uno de ellos en Consell de Cent, 401). "Lo que queremos es que cuando alguien entra en nuestros espacios piense que quiere vivir allí", añade.

Para un observador poco versado, a simple vista los espacios son como tantos pisos y bajos del Eixample. Sin embargo, mirando más atentamente se ve que la luz solar que entra por unos grandes ventanales es, en realidad, un foco rebotado. O que la cocina, pese a tener incluso comida en la nevera, se transforma de golpe en un dormitorio de revista, moviendo solo una pared.

"En fotografía los clientes siempre piden nuevos espacios, y ellos, en una sola localización pueden generar muchos", explica Mireia Rodríguez, fotógrafa. "Siempre están cambiando, renovando cosas, nunca ves dos veces los estudios igual", continúa.

Y es que las reformas no son una novedad para ellos. "Este año cambiamos enteros los baños, aunque apenas tienen un año y medio", explica Ruiz, también copropietario de los estudios. "Siempre buscamos sorprender a los clientes, que no vean el mismo espacio dos veces seguidas", añade. Sus comienzos recuerdan a los de cualquier historia de emprendedores: una idea, una apuesta y un proyecto que crece. "Empezamos casi al mismo tiempo, como empresas de bajo coste para amateurs-explica Marius Georgescu, de Avisual Pro, una empresa de alquiler de material audiovisual-, pero hemos crecido, cada uno en su especialidad".

CAMPAÑAS DE PUBLICIDAD

Y es que lo que antes era un desfiladero de estudiantes tanteando cámaras se convirtió en el telón de fondo habitual de multitud de campañas publicitarias. Incluso se celebran fiestas: "Los diez años de la productora los celebramos allí, en el taller abandonado", explica Sandra Gutiérrez, de la productora Picnic.

"A nosotros nos mueve que la gente quiera venir aquí", asegura Yerga. Mientras, Ruiz atiende el teléfono, que no para de sonar: "Sí, Shoot Estudios. No, para mañana estamos llenos, pero un segundo, a ver qué puedo hacer".