«Cada vez más alumnos de FP llegan a la universidad»

Matemático de prestigio, catedrático -ahora en excedencia- del departamento de Estructuras de la Arquitectura en la Universitat Politècnica de Catalunya y director general de Universitats entre los años 2002 y 2004, Claudi Alsina Català (Barcelona, 1952) es desde hace tres años secretario general del Consell Interuniversitari de Catalunya (CIC), un organismo integrado por la Generalitat y los 12 rectores catalanes en el que se deliberan, consensúan y pactan las decisiones que afectan al sistema universitario.

-El año pasado, la selectividad en Catalunya se hizo tristemente famosa por las pifias o errores que contenían algunos exámenes...

-Sí, y por eso este año hemos estado trabajando para que no vuelva a suceder. Se han habilitado nuevos protocolos internos de control de calidad y de procedimientos. Pero eso no significa que los exámenes vayan a ser distintos. Seguirán teniendo las mismas características y los criterios de corrección serán los mismos.

-¿Entonces, los alumnos que han preparado estas pruebas en base a los exámenes de años anteriores pueden estar tranquilos?

-¡Por supuesto! El deseo de todos los que participamos en este proceso es que el 95% de los estudiantes que se presentan a estas pruebas de acceso a la universidad las aprueben. Como ya viene ocurriendo estos últimos años, de hecho. La selectividad, y eso ya lo hemos dicho muchas veces, no es una selección de alumnos. La selectividad ordena a esos alumnos.

-Algunos coordinadores de las pruebas están empeñados en que estos no sean exámenes que se aprueben simplemente con empollar.

-Bueno, depende de la asignatura. Como le decía, la elaboración de cada prueba sigue un proceso muy meticuloso, que se va actualizando en contacto constante con el profesorado de secundaria. No son pruebas hechas desde un despacho. De hecho, déjeme que le diga una cosa, de la que estamos particularmente satisfechos: una de las virtudes de la selectividad catalana es que los estudiantes escriben. No se ha caído en la tentación del examen tipo test. Hay algunos exámenes que son francamente bonitos: los de Biología, de Historia del Arte, de Análisis Musical, de Diseño...

-Este año va a haber casi mil aspirantes más que el curso pasado. ¿Ha supuesto eso algún problema organizativo o logístico?

-Hemos tenido todo un año para preparar y planificar estas pruebas y se han creado nuevos tribunales para atender a todo el mundo. En todo caso, hay que destacar que este incremento no es consecuencia únicamente de la demografía -que también lo es, por supuesto-, sino del hecho de que cada vez hay más gente de ciclos formativos que se animan a hacer la selectividad para subir nota e ingresar en la universidad. Esta semana se van a examinar 3.266 jóvenes procedentes de formación profesional. Y hay otros 5.000 que no van a las pruebas porque ya tienen la nota para entrar en la carrera que han elegido.

-Otra novedad es la prueba específica para ingresar en las facultades de Educación.

-Sí, eso es fruto de un acuerdo tomado por el CIC el pasado enero. Acordamos crear una prueba de aptitud personal. El criterio para este año es que, para cursar estos estudios, los estudiantes tendrán que obtener en las pruebas de lengua catalana, lengua castellana y matemáticas una nota de promedio mayor o igual a 5.

-¿La prueba específica se hará, pues, el próximo año, en el 2015?

-Bueno, por lo que me dicen los decanos de Educación, que están trabajando en ello, posiblemente el año que viene se aplicará el mismo criterio que este curso. La prueba específica no se hará hasta el 2016.

-Para entonces estaremos a las puertas del fin de la selectividad. El Ministerio de Educación tiene previsto derogarla en el 2017, dentro de tres cursos.

-También hay voces que dicen que será en el 2018... Pero, en todo caso, ya se verá. Sea como sea, aunque el ministerio instaure el nuevo mecanismo de reválida al final del bachillerato, existe un acuerdo desde diciembre del 2012 de los rectores catalanes para que el acceso universitario sea coordinado, como lo está siendo ahora.

-¿Y de qué materias examinarán? 

-En función de cómo quede finalmente la reválida, nosotros miraremos qué tipo de prueba de acceso se hace en Catalunya. El objetivo es que los alumnos no tengan que realizar un examen específico en cada una de las facultades a las que aspiren a entrar, como prevé la LOMCE.