MERCADO LABORAL

La EPA reduce el paro aunque con menos activos que en el 2011

Rajoy puede exhibir que hay menos gente sin empleo pero con más temporalidad

Cola de parados en una oficina de empleo de Terrassa.

Cola de parados en una oficina de empleo de Terrassa. / periodico

MERCEDES JANSA / MADRID

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Con el dato del empleo conocido este juevesMariano Rajoy puede sacar pecho si sólo nos atenemos a las cifras globales de parados que había antes de llegar a La Moncloa y las que hay ahora. Para conocer si han acertado los pronósticos que estos últimos día han hecho el presidente y su ministro de EconomíaLuis de Guindos, de que el año se cerrará con 650.000 parados menos que hace un año, habrá que esperar aún hasta finales de enero, cuando se conozca la encuesta de población activa (EPA) correspondiente al cuarto trimestre y que será el resumen de este año y, por tanto, la foto del final de legislatura en el empleo.

Lo que sí habrá bajado, en todo caso, es el número de ocupados, que superó los 18,5 millones en octubre del 2010 (el primer año del rescate) y que cuando Rajoy llegó al Gobierno ya había caído a 17,8 millones. Hoy hay 18.048.700 personas trabajando, 182.000 más que en el trimestre pasado y ha recuperado casi 800.000 en esta legislatura.

Por el contrario la población activa, (trabajadores en disposición de hacerlo) ha ido cayendo y hoy se registran 235.100 menos que en el tercer trimestre del 2011.

Cuando hace cuatro años comenzó la campaña electoral que le llevó al Gobierno utilizó los casi cinco millones de parados (4.978.300 del tercer trimestre del 2011) como arma arrojadiza contra su predecesor José Luis Rodríguez Zapatero, que fue el primero en aplicar las recetas de recortes impuestas por la troika. Apenas sentado en el sillón de presidente, la encuesta de población activa (EPA) le recibió con 5,3 millones de parados como cierre de ese año.

El ritmo de destrucción de empleo ha sido galopante en los primeros años de la crisis que coincidió con  el arranque de la legislatura. En el último trimestre del 2011, cuando los políticos estaban inmersos en la campaña electoral, en la constitución del nuevo parlamento y en la formación del nuevo Gobierno, el mercado laboral dejaba más de tres parados al día.  Para entonces ya habían entrado en vigor la primera reforma laboral y los primeros ajustes en el sector público.

RÁPIDO DETERIORO

El deterioro fue muy rápido. Un año antes, a finales del 2010, sin que fructificaran ningún brote verde, los datos macroeconómicos no eran malos y en el mundo del trabajo subía la ocupación en casi 70.000 personas y el paro bajaba en una cantidad similar, según datos de la EPA del tercer trimestre de ese año. En todo caso, había 4,5 millones de trabajadores sin empleo. Un año después, el listón subió hasta 5,3 millones; a finales del 2012 supero los 5,7 millones y en el tercer trimestre del 2013 todas las luces rojas estaban encendidas al quedar muy poco por debajo de los seis millones de desempleados  (5.904.700 concretamente).

La reducción del paro, que ha sido una constante en los últimos meses, ha sido pareja al deterioro en las condiciones de trabajo, en las que ha predominado el trabajo a tiempo parcial y la temporalidad, fruto de las ventajas dada por dos reformas laborales en cuatro años.  El daro de hoy pone de relieve la variación en un año en el que em empleo temporal (357.700) ha crecido casi el doble que el indefinido (357.700).

En los primeros años de la legislatura se puso en evidencia el crecimiento de un nuevo colectivo, el de los empresarios sin trabajadores o falsos autónomos, en su mayoría, asalariados despedidos por las empresas que se daban de alta en el régimen especial para iniciar una actividad por cuenta propia. El mayor aumento se produjo en el 2012.

Asimismo ha crecido el número de parados de larga duración, al tiempo que ha ido disminuyendo el número de personas que cobran la prestación por desempleo, aunque estos son datos que no mide la EPAsino el paro registrado en las oficinas públicas.