La Eurocámara acusa a la troika de agravar el paro y la pobreza

El Parlamento Europeo acusó ayer a la troika formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) de haber agravado el desempleo, la desigualdad social y la pobreza en los países intervenidos con la imposición de forma poco democrática de una política de ajustes sociales y recortes a ultranza.

La Eurocámara aprobó dos resoluciones tras haber examinado en los últimos meses la gestión de la troika en el rescate de Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre. El examen se centró en los cuatro países intervenidos, pero las mismas conclusiones pueden aplicarse a España, que también tuvo que someterse a un memorando con duras condiciones por el rescate bancario. Las resoluciones fueron aprobadas por 448 y 408 votos a favor y 140 y 135 en contra, respectivamente.

PLANTEAMIENTOS IRREALES / La Eurocámara reconoció que a corto plazo la troika logró evitar la quiebra desordenada de los cuatro países intervenidos y su probable salida del euro, lo que habría tenido consecuencias muy graves para el conjunto de la Unión Europea (UE). Sin embargo, los eurodiputados reprochan a la troika que no tuvieron en cuenta el impacto social de las medidas impuestas a los países rescatados y que basaron sus recetas en «hipótesis excesivamente optimistas».

«Las medidas aplicadas han conducido a un aumento en la desigualdad», a recortes en los salarios, a un incremento del desempleo y a una reducción de la protección social y a un aumento de la pobreza, criticó la Eurocámara. La troika se ha distinguido además por actuar «sin control democrático» e imponer duras medidas de ajuste a los países con «una falta de transparencia», subrayaron los eurodiputados.

La actuación de la troika, resumió el socialista Alejandro Cercas, ponente de una de las resoluciones, ha provocado una «masiva destrucción de empleo, el incremento generalizado de la pobreza, el deterioro de los servicios públicos, la destrucción del diálogo social y la vulneración de los derechos recogidos en la Carta Social Europea».

La troika, criticó la Eurocámara, pretendió «aplicar un único modelo de resolución para cualquier crisis», con un énfasis especial en el recorte del gasto social, las pensiones y los servicios públicos y con el agravante de no haber previsto ninguna estrategia para aliviar el impacto social negativo de esa política impuesta a los países rescatados.

Otra de las críticas fue «la falta de preparación de la UE y de las instituciones internacionales para hacer frente a la crisis de la deuda pública». Para evitar que vuelvan a reproducirse los errores del pasado en la gestión de las crisis, la Eurocámara pidió la creación de un Fondo Monetario Europeo, a partir del Mecanismo de Estabilidad Europeo, y convertir la presidencia del Eurogrupo en un puesto a tiempo completo, asumido por un vicepresidente de la Comisión Europea.