Uy, por poco pierde

Es tan bestia la presencia de Leo Messi, es tan fuerte su capacidad de cautivar a todo el mundo sin levantar un palmo del suelo y sin mover la parafernalia de otros, que este lunes por poco, por muy poquito, por casi nada, le quita, le birla, le arrebata, de nuevo, el Balón de Oro a Cristiano Ronaldo.

Es tan fuerte el atractivo que tiene el juego de 'la Pulga', su capacidad de cabalgar sobre el césped con la pelota pegada a la punta de sus botas, con la cabeza alta, mirando al futuro, mirando a un lado a otro, arriba y abajo, buscando con quien entretenerse o a quien pasar, o driblar, que por poco hace llorar a CR7 pero, de nuevo, de tristeza, de desesperación.

Uno puede pensar que si Ronaldo saca el 27,99% de los votos tras haberse cometido la irregularidad ¡por vez primera en la historia del trofeo! de alargar el periodo de votación para que pudiesen entrar sus tres golazos en el partido de la repesca que metió a Portugal en el Mundial, y la 'Pulga' suma el 24,72% (23,36% para el tricampeón Franck Ribéry ¡increíble habiéndolo ganado todo!), es evidente que, simplemente jugando, sin haber estado en su mejor forma, marcando goles poco a poco y no estando en el dique seco durante meses como lo ha estado, el 10 del Barça hubiese derrotado, de nuevo, a CR7.

Nadie duda de que Ronaldo se merecía ese premio que, dicen, premia al mejor futbolista, no al mejor equipo, ni al que más títulos cosecha. Nadie duda de que el gran triunfador del 2013 fue Ribéry. Nadie duda que el futbolista que quiere el mundo entero es Messi porque, estando seis meses lesionado, el planeta fútbol lo coloca pegadito al galáctico Ronaldo, en el mejor año del portugués. "Me da igual lo que haya pasado hoy, Messi sigue siendo el mejor jugador del mundo", ha sentenciado el gran derrotado, el francés Franck Ribery.