OPINIÓN

El móvil de la esperanza

Emilio Pérez de Rozas

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6102670.. Ese es un móvil salvador. Uno de mis móviles de cabecera. Te pasaba algo y ¡zas! llamabas al 6102670..  te subía el ánimo. No importaba de qué hablases con él, ni siquiera el motivo por el que le llamabas, ni si tú, que tenías curiosidad, un problema, buscabas información o consejo, lo hacías, simplemente, para oír su ronca voz mientras sentías que el tipo acariciaba un cigarrillo. Prohibido, claro.

El caso es que ese móvil ha sido, a menudo, un refugio para cualquier cosa. Claro, mayoritariamente futbolística, la cosa, pero, no siempre, no siempre. Ese 6102670.. era, a menudo, el teléfono de la esperanza. O, como poco, de autoayuda. Ganase o perdiese, fuese de su equipo o no, de la Liga o de cualquier otra cosa, del deporte o de la vida, él siempre te atendía. Y lo hacía, enorme, con una sonrisa inmensa. Cuando descolgaba ese móvil,Manolo Preciado era un hombre feliz. Y hasta se diría que le importaba poco quien estuviese al otro lado del ingenio. O si lo hacía para hablar de él, o del otro. Le llamaban y él nunca comunicaba. Nunca. Jamás. Puedo dar fe.

Yo no sé quien se habrá quedado con el 6102670.. pero, desde aquí, que es un rincón pequeño, donde hemos querido, admirado, respetado y ovacionado a Manolo Preciado, pediríamos que aquel que herede ese número, ese móvil, sea consciente de que hasta hoy, ese teléfono ha sido demasiado importante para muchos de nosotros como para que ahora, simplemente, lo de de baja o se lo quede alguien de esos que solo descuelga si sabe quien es el que llama, si ve el nombre, o el cargo, si le interesa, si puede hacer negocio con su interlocutor o pedirle algo. Hasta hoy, el dueño de ese móvil no miraba la pantalla a la hora de descolgar. Descolgaba porque, llamase quien llamase, a su dueño le encantaba hablar con él. Conversar, compartir, ayudar.

El 6102670.. respondía al eslogan de su dueño: "La vida me ha golpeado muy fuerte, mucho. Podría haberme hecho vulnerable y acabar pegándome un tiro, o podría mirar al cielo y crecer. Prefiero la segunda opción". Yo, que soy un abusón con los amigos o, simplemente, con aquellos que me cogen el teléfono, no pienso borrar ese número de mi Nokia. Y juro que, cualquier día de estos, dentro de un mes, dos o tres, o dentro de un año, llamaré al 6102670.. .y si comunica me llevaré un susto, pero peor será que salga el contestador automático. Y mucho peor que note que me cuelgan. Como suene la voz delboss de Gijón, como suene ese tono roncoa lo Joe Cocker, me voy a dejar la vida y mis ahorros en la charla.