El clásico de la Liga

Se acabó la racha blanca

El Madrid no supera la gran prueba de madurez y cae por primera vez en su campo

Mourinho, en primer plano, sigue el partido desde la banda con Guardiola y Vilanova, al fondo.

Mourinho, en primer plano, sigue el partido desde la banda con Guardiola y Vilanova, al fondo.

ANTONIO MERINO
MADRID

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Adiós a la racha, a esas 15 victorias consecutivas, a ese torbellino que trituraba a sus rivales sin piedad. Hasta ayer. Hasta que llegó el Barcelona y cercenó de golpe, con una nueva exhibición de talento, con un baño de fútbol, con una clase magistral, las ilusiones blancas. En el octavo clásico de José Mourinho como dueño del banquillo, el Madrid volvió a caer. Era la primera vez que lo hacía en casa esta temporada después de siete encuentros en el coliseo blanco.

El Madrid sigue sin cerrar sus cuentas pendientes con el Barcelona. De poco le vale la mejora en la sala de máquinas del equipo, los síntomas de mejora desde la Supercopa de agosto o esa pegada descomunal que le ha llevado a sumar 50 goles en 15 jornadas, donde hasta ayer sumaba 10 triunfos consecutivos. Tampoco llegar al clásico con una ventaja nada desdeñable. Nada de eso le alcanza ni parece suficiente ante la autoridad incontestable de este Barça.

Ronaldo, fugaz

El Madrid no pasó la prueba de madurez ante los azulgranas. Una vez más se quedó a mitad de camino. Le sobró actitud, pero le faltó el fútbol necesario para tumbar a un rival del que le sigue separando un buen trecho. Se encontró con un gol en el regalo de Valdés y fue incapaz de aportar algo más que el fugaz chispazo del tanto de Benzema. Al lado del francés no hubo nadie. No apareció Ronaldo, que volvió a ser ese jugador que pasa de puntillas por un clásico. El portugués, que llevaba 17 goles en 14 jornadas, se quedó anclado y no pudo superar su registro de tres goles al Barcelona, uno de ellos de penalti, en nueve partidos. La primera mitad la despachó con un fuerte disparo que detuvo Valdés y luego lanzó al limbo un par de faltas. Tampoco Messi vio puerta esta vez y se queda en los 13 tantos marcados al Madrid en 16 partidos. Aún así, el registro del azulgrana sigue muy por delante del madridista.

Sexta derrota de Mou

Si Ronaldo se fue de vacío, también Mourinho volvió a meterse en la senda de la derrota ante el Barcelona. El portugués encajó las sexta derrota en los 12 encuentros que ha disputado ante los catalanes con el Inter y el Madrid.«Sal del banquillo, Mourinho, sal de banquillo», le gritaban los seguidores azulgranas al técnico blanco. Y es que al portugués apenas se le vio en un par de ocasiones al borde del terreno de juego en la primera mitad. Pidió la segunda amarilla para Messi, igual que hizo un público encendido por una entrada a Xabi Alonso. Hubiera supuesto un tesoro para los intereses blancos, pero el árbitro no cayó en la trampa.

Mucho mas activo se le vio en la segunda parte, en la que tuvo que escuchar desde la grada de los aficionados azulgrana su famoso«por qué, por qué, por qué»cuando su equipo ya perdía por 1-3. Y es que Mourinho volvió a toparse con el Barcelona y salió tocado del clásico. Esta vez no tiene coartadas para explicar una nueva derrota que rompe las expectativas de su equipo de terminar con la hegemonía azulgrana. La racha inmaculada del Madrid tuvo ayer fecha de caducidad y habrá que ver qué inventaMou para reflotar la nave. De los cinco refuerzos de esta temporada solo se pudo ver a Coentrao y de la base de la temporada pasada no emergió nadie para rescatar al equipo.

Mejor estuvo Mourinho en el capítulo personal. Tuvo el detalle de ir a saludar a Tito Vilanova en los instantes finales del pulso. Esta vez no hubo dedo en el ojo y sí un sentido saludo y el deseo de una mejoría plena para el ayudante de Guardiola.

El gesto de Mourinho no evitó que escuchara el grito de «campeones, campeones» desde la grada culé. Un claro signo de que los clásicos siguen por el mismo camino: el azulgrana.