El neutrino de Cervera

Fue más el ruido que las nueces. Finalmente,Marc Márquez yEmilio Alzamora, manager delcampeón del mundo de Cervera y ganador del título de125cc en 1999, acaban de anunciar, en Sepang (Malasia), para acabar con todos los rumores y presiones, que van a cumplir con el programa que habían pactado con la firmaSuter(moto y chasis), con Honda (motores) y con sus patrocinadores principales (Repsol y Catalunya Caixa) yseguirán, un año más, en la categoría intermedia deMoto2, rechazando todas las ofertas de equipos privados ysatélitesque les habían llegado de MotoGP tras protagonizar unaespectacular remontada en la que elmagocatalán ha reducido a la nada la diferencia de 82 puntos que, hace cinco carreras, le sacaba el alemánStefan Bradl,con quien peleará por el título mundial en las dos carreras que quedan, Sepang (este domingo) y Valencia (6 de noviembre).

Y hacen bien. Muy bien. El mundo del nuevo siglo va demasiado deprisa como para tener prisa y es bueno que, por fin, alguien, aunque sean estos dos modestos y maravillosos campeones, decida ir paso a paso y quemar, utilizar, cumplir, apurar, las etapas de aprendizaje necesarias, tan importantes en la formación, no solo de undeportista de élite, también de cualquier joven. Esta bien y es ejemplar que, en un mundo que pretende ir a la velocidad de los neutrinos, alguien se conforme con ir tan deprisa como la luz. Y en eso está este pequeño prodigio delmotociclismo español, mundial ya, que se llama Marc Márquez Alentà, cuyamadre, Roser, habrá agradecido al muchacho que tome doce meses más de clase para ascender al mundo de losreyesmejor preparado.

Decisión difícil

Los médicos que le miman, no ya Alzamora, que es su mejordoctor, le han dicho que tiene loshuesos abiertos. Entiéndanme, que aún está creciendo. Que un añito en el reino de los humanos, rodeado de 600 centímetros cúbicos y a más de 250 kilómetros por hora, le irán que ni pintados. Ya lo diceJorge Lorenzo, el otro monstruo: "Nunca aprendí tanto en mi vida como el año en que tuve que defender el nº 1 de 250cc". Defender un título forma, curte, endurece tu piel más que ninguna otra experiencia. Eres el rey y los príncipes quieren tu trono. Has de defenderte a mordiscos.

Cuentan que ni a Márquez ni a Alzamora les ha sidodifícil tomar la decisión de cumplir con su compromiso. "Emilio, aún me divierto en Moto2, quedémonos un año más, me lo paso bien", dicen que le dijo el otro día Marc a su amigo. Era lo pensado, lo pactado, lo programado y así lo harán. Quien quiera al mago de Cervera tendrá que esperar. Y esperarán, ya verán. No hay otro como él. Y Alzamora no va a dejar a su muchacho en manos de alguien que no aprecie ese detalle. Porque el problema de MotoGP es que idearon una regla en la que los jóvenes que ascienden a la máxima categoría no pueden correr, en su primer año, en un equipo oficial ¿por qué si son buenos? ¿por qué si son bicampeones? ¿o tricampeones? Porque no. Y punto. Y ahí están Lucio Cecchinello y Fausto Gresino (Honda), Hervé Pocharal (Yamaha) o Paolo Campinoti (Pramac-Ducati) esperando ansiosos el maná de Cervera.

Campeón precoz

Las prisas, cuentan, no son buena compañía. Márquez, que puede convertirse en tres semanas en bicampeón del mundo, que ha roto todos los pronósticos habidos y por haber de precocidad y eficacia, tendrán entonces, ¡ojo al dato!, 14 años menos queValentino Rossi, 12 menos que Nicky Hayden, 8 menos que Casey Stoner y Dani Pedrosa y 6 menos que Jorge Lorenzo y Marco Simoncelli. Si las motos, la tele, los hambrientos medios de comunicación especializados, la afición, los rivales tienen prisa por ver correr a Márquez en MotoGP, que se esperen. El muchacho y el hombre que dirige su vida deportiva (¿y sus papás, no?, sí, también sus papás) han decidido cumplir los compromisos adquiridos y impregnar de sabia nueva esa esponja que es Marc Márquez. La experiencia no sobra nunca. Las victorias y los títulos, tampoco. Elneutrino de Cervera ha decidido ir un año más asolo280 kilómetros por hora.