Carmena se desmarca de Colau: «Moratoria, nada; turismo, todo»

John Hoffman, consejero delegado de GSMA, fotografía a los fotógrafos tras la ratificación de la candidatura al Mobile por parte de Colau.

John Hoffman, consejero delegado de GSMA, fotografía a los fotógrafos tras la ratificación de la candidatura al Mobile por parte de Colau.

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID / PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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La alcaldesa de MadridManuela Carmena, aprovechó ayer la preocupación de un empresario hotelero para marcar distancias con su homóloga de Barcelona, Ada Colau, y su paralización temporal, anunciada la semana pasada, de todas las licencias para abrir alojamientos turísticos. Durante una conferencia, un consejero del Hotel Ritz alertó sobre esta moratoria ante «la necesidad del sector de que no se creen incertidumbres como las creadas en alguna ciudad de mucho peso», señaló en referencia a la capital catalana.

Carmena fue tajante. Pese a sus afinidades ideológicas (ambas llegaron al frente de los consistorios encabezando plataformas de las que formaba parte Podemos), su visión sobre el turismo en Madrid es muy distinta a la de Colau. «De moratoria, nada; de turismo, todo. No va a haber ninguna moratoria para el turismo; todo lo contrario. Estoy intentando relanzarlo», contestó. Tampoco demonizó los apartamentos turísticos. A su juicio, se trata de un fenómeno que hay que «estudiar» para que respondan al «espíritu innovador» y contribuyan a la «solidadirad» mediante un pago de impuestos que «no ahogue la iniciativa».

«¿Cómo es posible que no seamos capaces de vender bien Madrid?», se preguntó Carmena, quien explicó que hace unos días se acercó a una ventanilla de su ayuntamiento dedicada al turismo. «Me dieron una información muy pobre. Me sentí tan mal…», reconoció.

Barcelona y Madrid se encuentran entre las cuatro ciudades europeas que más ingresos reciben por el turismo, junto a Londres y París, pero hay diferencia entre ambas. El informe Global Destination Cities Index calculó el mes pasado que los viajeros gastarán este año 12.639 millones de euros en la capital catalana frente a 6.530 millones en Madrid. Durante la crisis, esta última ha sufrido una sangrante pérdida de turismo nacional que dejó de viajar al ver mermados sus ingresos. Por contra, Barcelona también lo vivió, pero lo compensó con creces con el incremento de viajeros de otros países en busca del mix de cultura, gastronomía, buen tiempo y playas.

Medida urgente

Ese éxito internacional se ha acompañado de un crecimiento de plazas hoteleras hasta llegar a las 68.000 y de un alud de pisos turísticos explotados por particulares. Los problemas causados por una parte de estas viviendas llevaron al ayuntamiento que lideraba Xavier Trias a decretar en el 2014 una moratoria de licencias mientras se regulaba el sector. Pero para Ada Colau la medida no basta y es necesario radiografiar toda la oferta de camas y su ubicación para decidir dónde se puede y dónde no crecer. Por ello ha dictado la nueva moratoria de un año prorrogable que afecta a cualquier tipo de alojamiento, mientras se elabora un plan especial al respecto.

Una treintena de proyectos en tramitación han quedado congelados. No obstante, Colau asegura que tras el nuevo marco legal muchos de ellos podrán retomarse. De hecho, ayer se celebró la primera reunión del Patronato de la Fundación Mobile World Capital Barcelona (MWCB) presidida por la alcaldesa, donde todos los patronos ratificaron formalmente el compromiso de la ciudad para renovar su capitalidad y la celebración del congreso mundial de telefonía móvil hasta el 2023 ante la asociación organizadora GSMA. Una medida que calma los ánimos en los sectores económicos locales pero que sugiere contradicciones en el equipo de gobierno, ya que el contrato de renovación implicaría ganar cada año plazas hoteleras. El gremio compensará ese hándicap potenciando más oferta hotelera en L'Hospitalet de Llobregat.