El Molino buscará nuevos públicos como discoteca los sábados noche

La noche de Barcelona también vive uno de sus peores momentos, con discotecas al borde de la ruina o en venta, un nivel de consumo bajo mínimos de los clientes y muchas salas haciendo negocio solo gracias al turismo. Sin embargo, aún hay empresarios que en esa botella medio vacía ven un hueco para crear una nueva propuesta de ocio atractiva y que movilice a un público ahora bastante huérfano de pistas de baile, el que va de los 25 a 50 años. Y si encima existe una sala histórica y hambrienta de nuevo público, como El Molino, el matrimonio -de amor y conveniencia- no se ha hecho esperar. Galactic Cabaret es el nombre que adoptará el popular espacio todos los sábados noche, cuando se vestirá de club y abrirá por primera vez en su historia en horario discotequero.

La unión de varios socios como Unreal Productions y la propiedad de El Molino ha desembocado en un tipo de sesión inédita en la célebre sala del Paral·lel, donde no solo habrá baile y nocturnidad en estado puro, sino un mix de espectáculo, sorpresas y cabaret que interactúe con el público semanalmente. Hasta ahora la apuesta era de variedades en horario de tarde-noche.

La intención con esta nueva aventura no es inventar, sino «juntar actividades y conceptos que hasta ahora han ido por separado», reflexiona Albert Tió, uno de los empresarios que integran Unreal Productions, conocido sobre todo por comandar la conocida La Terrrazza del Poble Espanyol todos los veranos.

La nueva entente despega con fuerza este próximo sábado, en horario de 00.00 a 5.00 horas. «Sabemos que es un momento difícil pero creemos que es posible hacer algo diferente con distintas disciplinas artísticas, mirando hacia el futuro», agrega Tió, de ahí el nombre de Galactic. Por contra, la línea cabaretera va en sintonía con losshowsque se están poniendo de moda en varios locales nocturnos de la ciudad.

En su favor, el proyecto cuenta con un espacio de altos vuelos. El reestrenado Molino aglutina tecnología de vanguardia en cuanto a sonido e iluminación, y abre la puerta a la «fantasía» para potenciar sesiones de discoteca novedosas, argumentan sus artífices.

500 PERSONAS / De hecho, la planta principal, donde habitualmente se hacen espectáculos, es muy versátil porque se convierte en pista de baile en cuanto se retiran sus asientos. Además, sus dos anfiteatros dan opción a crear áreas de privados, y también cuenta con zona de coctelería y con una terraza con impagables vistas a la arteria que aspira a volver a ponerse en la órbita ciudadana.

El nuevo club está pensado para público adulto y que no encuentra ocio de calidad en la ciudad. Un reto a priori no muy complicado, porque la sala tiene capacidad para unas 500 personas, detallan. La entrada costará 15 euros con consumición incluida, en consonancia a la crisis de la mayoría de bolsillos.

El Molino tendrá ocasión, pues, de conectar con nuevos usuarios. El recinto fue embrionariamente una taberna hace 114 años, remodelado y rebautizado hasta convertirse en referente del espectáculo del Paral·lel y cerrado en 1997, hasta que la empresaria Elvira Vázquez lideró su resurrección en el 2010.