Neymar: "Elegí quedarme en el Barça, es mi casa"

Pudo ser el Messi del United con Mourinho. Pudo ser también el Messi del City con Guardiola. Incluso el Messi o Ibrahimovic del París Saint Germain, que le ofrecía todo. Y de todo, hasta 40 millones de euros anuales netos. Tan solo le faltó entregarle la Torre Eiffel para llevárselo a París. Pero Neymar decidió que era mucho mejor jugar con Messi, el auténtico. El único. Tuvo el delantero brasileño muchas tentaciones durante este verano, necesitados como están los grandes clubs de una estrella para articular sus proyectos deportivos. Hasta habló con esos grandes de Europa, como ha confesado él mismo, pese a tener contrato en vigor con el Barça. A sus 24 años, no quiere moverse del Camp Nou. Por ahora.

Habló con casi todos, pero al final continúa en el Camp Nou. “Tuve muchas conversaciones, no solo con una persona”, admitió Neymar en un gesto de inusual realidad, sin ser consciente quizá de que estaba vulnerando una regla de la FIFA que impide a cualquier jugador hablar con otro club hasta que no entre en los seis meses finales de su contrato. Al brasileño, cuando era cortejado por el dinero catarí del PSG, le quedaban dos años firmados con el Barça. Hasta el 2018. Ahora, tras el acuerdo alcanzado con la directiva azulgrana el pasado mes de julio, firmó hasta el 2021. “Elegí el Barcelona porque me siento en casa, soy muy feliz aquí”, proclamó la estrella azulgrana, quien no quiso dar datos económicos sobre las ofertas que llegó a manejar.

Todas le daban mucho más dinero. Pero ninguno le ofrecía a Neymar lo que le da el Barcelona. A nivel salarial, pero, sobre todo, en el césped. “Soy del Barça, por eso me quedé”, insistió el brasileño, seguro de que ha escogido bien. En París o en Manchester, todo giraría en torno a él. Habría sido Neymar y 10 más. En Barcelona, es Messi, el tridente y una idea de juego. “Tenemos al mejor del mundo. Por eso, somos el mejor equipo”, proclamó sin necesidad de citar a Messi. Tampoco hacía falta.

EL APRENDIZAJE

Cuando llegó hace tres años en un complejo y enrevesado traspaso del Santos, que provocó incluso la dimisión de Sandro Rosell, el presidente que lo trajo, vino con las ideas muy claras. “Quiero ayudar a que Messi siga siendo el número uno del mundo”. Nada ha cambiado desde entonces. Leo sigue siendo el faro del Barça. Y Neymar, superado el difícil aterrizaje en Europa de la mano de Tata Martino, ha encajado de maravilla con Messi y Luis Suárez. 122 goles avalan la primera sociedad del tridente. 131 tantos rubrican la segunda campaña de esa conexión que ha permitido a Luis Enrique levantar un equipo capaz de conquistar ocho de los 10 títulos posibles en juego en tan solo dos años.

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“Esperamos poder batir ese récord”, se autoimpuso Neymar, recordando que “si el Balón de Oro fuera siempre al mejor jugador, Messi se lo llevaría todos los años”. Por eso, entre otras razones, el 11 del Barça no ha querido despegarse del 10. Ni tampoco del 9. De momento, continúan juntos. “Es muy fácil jugar con Leo, nos entendemos muy bien en el campo. También, con Luis”, reconoció Neymar.

CLÁUSULA ASCENDENTE

Ha llegado tal punto de conexión entre los tres (el ídolo de Brasil mezcla con la estrella de Uruguay y se sincroniza con el icono de Argentina) que ocurren cosas en el Camp Nou que no son nada habituales. ¿Cuáles? Pues que Messi deje lanzar una falta a su amigo Neymar. Y este le devuelva el favor con un soberbio golazo al Celtic. “¿Por qué me dejó tirarla? Es cuestión de compañerismo, hablamos mucho entre nosotros y Leo sabe muy bien cuando me la puede dejar a mí o a Luis”, recalcó el brasileño para visualizar que esa armonía futbolística trasciende.

Va mucho más allá del balón. Va tanto que pudiendo irse a cualquier gran trono europeo, convertido en el monarca absoluto de ese equipo, optó por seguir siendo el amigo de Leo. “No me veo fuera del Barcelona. No lo consigo imaginar, me siento en casa y estoy muy feliz”, confesó luego para explicar porque no quiso ser el Messi de otros.

No se sabe, sin embargo, si agotará su nuevo contrato, que le liga al club azulgrana hasta el 2021, con una cláusula de rescisión ascendente. En el primer año es de 200 millones de euros, en el segundo de 222 y en los tres últimos se eleva a los 250. Lo que sí tiene claro Neymar es que prefiere vivir en Barcelona y jugar con el auténtico Messi.