RECONOCIDA ENTIDAD SOCIAL EN APUROS

El espacio en el que Sant Roc puede ser el mejor barrio del mundo

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Helena López / Badalona

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El perfil de la comunidad de ese referente llamado Ateneu Sant Roc ha cambiado al mismo ritmo que el vecindario de este barrio de Badalona, uno de los más complejos del área metropolitana. Entre sus trabajadoras y voluntarias, muchas vecinas. De ahora y de siempre. Algunas llegaron allí buscando ayuda y hoy son ellas quienes cuidan y acompañan. "Fue emocionante dejar de ser la mora del quinto para pasar a ser la Amina", le contó un día Amina a Pilar López, coordinadora del Ateneu e hija del barrio. El cambio se dio cuando Amina empezó a trabajar como educadora en el Proyecto Laila, que ofrece clases de alfabetización a 90 mujeres divididas en ocho grupos, en el este 2017 mayoritariamente paquistanís y marroquís.

Esas 90 mujeres acuden todas las mañanas al Ateneu, a pocos metros del puente de la autopista, junto a sus hijos pequeños, los que aún no están en edad escolar. Para que estas mujeres puedan participar de estos cursos -en los que muchas veces el castellano es casi la excusa-, el espacio ofrece un servicio de guardería

Manoli, vecina de "de las de toda la vida", ahora jubilada, es una de las voluntarias del espacio. Este jueves corría en la parroquia detrás de los conejos y las gallinas a punto para el pesebre viviente para acercárselos a los niños. La ayudaba la joven Andrea, quien fue usuaria de las actividades del Ateneu de niña y ahora está haciendo las prácticas del ciclo formativo de animación sociocultural que ha estudiado, dinamitando los prejuicios que recaen sobre la comunidad gitana.   

Los niños a los que cuidan Andrea y Manoli mientras sus madres hacen clase no son los únicos que corrían este jueves detrás de conejos, gallinas y cabras (al pesebre de Sant Roc no le falta detalle). Todas las mañanas comparten espacios con el Espacio Familiar Elna, grupo de crianza y acompañamiento en el que atienden a madres muy jóvenes. Y aún hay un tercer grupo. El Ateneu su espectacular ludoteca a niños de escuelas de toda la ciudad, que acuden allí de excursión. "Además de porque creemos en el poder educativo del juego, el hecho de que para muchos niños del centro de Badalona su primera imagen de Sant Roc sea la de un sitio donde tienen la mejor ludoteca que han visto jamás es un pasito adelante en la lucha contra el estigma", señala López. En Sant Roc no hay escuela pública. Hubo una, pero la cerraron.

De 'pirmis' a médicos

Por las tardes es el turno del centro de día, hijo del 'esplai'. "Nos dimos cuenta de que con una tarde a la semana los niños no tenían suficiente. Que pasaban demasiadas horas en la calle viendo cosas que quizá sería mejor que no vieran, aparte de asegurarnos meriendas y duchas", prosigue López.  "Aquí teníamos niños que aspiraban a ser 'pirmis'. Nuestra lucha era convencerles de la importancia de ir al colegio. Ahora, tenemos a niñas a las que presionan para que estudien Medicina. Las familias paquistanís han venido aquí para que sus hijos sean médicos, y a veces hay que hacerles entender que si un crío llegó aquí con 12 años sin conocer la lengua es muy difícil que obtenga la nota de acceso", ejemplifica la coordinadora. 

Los deseos de esas madres quedan reflejados en algunas de las arpilleras -tapices en los que reflejan sus historias de vida-, que cuelgan en las paredes del Ateneu.

Un grupo de voluntarios formadísimo -muchos profesores jubilados-, ofrecen apoyo educativo a esos niños. "Ahora tenemos a algún niño que llega a la universidad", señala orgullosa.

Pese a esos nuevos retos, su objetivo sigue siendo intentar no dejar a nadie al margen. Ya es suficientemente dura la vida fuera. Es precisamente ese fuera, sus duras y muy frecuentemente sucias calles, otro de sus lugares de trabajo. Lo pequeño de los pisos y lo grande de las familias hace que en Sant Roc se viva mucho en la calle. Se dieron cuenta de que el espacio público estaba dividido. Aquí los rumanos, aquí los gitanos de siempre, los marroquís, allá. Así que cada dos o tres semanas el proyecto Ateneu al carrer llena una plaza con una caja de música y juegos para tejer comunidad: una cuerda, una rayuela...

A la entrada del  estos días, unos papeles con un mensaje claro: SOS Fundació Ateneu Sant Roc. Acaban de iniciar una campaña de captación de socios para asegurar la viabilidad de los imprescindibles proyectos de la entidad. La ofensiva va dirigida principalmente a las empresas y a los empresarios de la ciudad. Darles a conocer su trabajo y arrancarles un compromiso económico. "Aún no hemos cobrado la subvención del 2017 de la Generalitat y en los últimos tres años las aportaciones privadas han ido disminuyendo", concluye López.