Lanzamiento

'Sálvese quien pueda': los creadores de 'Sálvame' le cuelan a Netflix un producto flojo y forzado impulsado por el marketing

El reality en el que un grupo de colaboradores de 'Sálvame' recorren Miami y México no aporta nada nuevo y recicla tramas y memes para contentar a los fans del extinto magacín de Telecinco

El cartel de 'Sálvese quien pueda'

El cartel de 'Sálvese quien pueda' / NETFLIX

Redacción Yotele

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El lanzamiento de 'Sálvese quien pueda' en Netflix llega precedido de una gran expectación en redes sociales que han logrado generar gracias a una importante campaña de marketing, como la plataforma suele hacer con la gran mayoría de sus productos de entretenimiento y ficción. 

Sin embargo, haber puesto el listón tan alto se vuelve en contra del docureality al visionarlo, porque se descubre que la burbuja de la innovación y de la creatividad que han vendido, se pincha por completo. No aporta nada nuevo, se trata de un producto decepcionante, que solo cumplirá las expectativas de los muy cafeteros.

El resultado final es más que flojo porque 'Sálvese quien pueda' es el 'Sálvame' forzado y agotado de los últimos años con la diferencia de que ahora lo hacen fuera del plató. Recicla situaciones que el espectador medio ya no se tragaba ni gratis. Podrían haber recuperado la verdad que el magacín de Telecinco desprendía a menudo en su primera época, cuando no traspasaban todos los límites y resultaban divertidos. Pero han optado por lo sencillo y barato. 

Han perdido la oportunidad de hacer un docureality de verdad, bien preparado y que pudiera resultar atractivo y creíble, al más puro estilo de 'Alaska y Mario', a los que conocíamos de sobra pero que siempre lograban sorprender. Todo lo que ocurre en 'Sálvese quien pueda' se percibe con total carencia de naturalidad, como ocurría en los últimos años de 'Sálvame'. 

Se fía todo a la exageración de sus personajes protagonistas, fundamentalmente de Belén Esteban, que ni siquiera en la rueda de prensa de presentación del programa cedió un poco el testigo. Se repite el patrón clasista de Kiko Matamoros, jugando siempre a ser el más culto del mundo, y de Kiko Hernández, con una aportación modesta pero en su línea agresiva que hace ya mucho quedó desfasada. 

También se vuelve otra vez a sus memes clásicos (que han vertebrado la campaña de marketing) y tramas quemadas, con Víctor Sandoval rescatando por enésima vez su historia con Nacho Polo, para tener algo de foco. Sin duda, la mejor de todos es Lydia Lozano, que demuestra tener la categoría personal y humana más grande de todos ellos y el mejor sentido del espectáculo.

La fábrica de la tele, especializada en producir programas de bajo presupuesto y ningún tipo de problema en arrollar a quien haga falta por el bien del show, replica sus patrones de siempre en 'Sálvese quien pueda', que tras el decepcionante estreno de sus tres primeros episodios, complica que pueda reclutar nuevos suscriptores a Netflix para ver su desenlace en 2024.