EN UNA ENTREVISTA

Miguel Herrán, tras el éxito de 'La casa de papel' y 'Élite': "El dinero me ha ensuciado como persona"

El actor también asegura que el prime time de las televisiones de nuestro país tiene "menos espectadores que el Instagram de Ester Expósito"

Miguel Herrán

Miguel Herrán / ATRESMEDIA TELEVISIÓN

Redacción Yotele

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Uno de los personajes más conocidos de 'La casa de papel' habla de su faceta personal después de confirmarse que 'La casa de papel' llegará a su fin en su quinta temporada. Miguel Herrán ha concedido una entrevista a ICON en la que cuenta cómo le ha cambiado la vida tras el éxito de la serie de Netflix: "El dinero me ha ensuciado como persona, no lo valoro. En el resto sigo igual o peor".

"He notado que la gente piensa que mi vida es la polla, que me follado a Ester Expósito y a Úrsula Corberó, y que no me puedo quejar. El dinero no me ha hecho feliz, me ha quitado bastante felicidad y me ha dado más preocupaciones que cuando no lo tenía. Me ha hecho más ambiciosos", afirma el actor en este reportaje, añadiendo que eres "gilipollas" si no rentabilizas tener 14 millones de seguidores como él tiene en su cuenta de Instagram: "Ahora mismo, el prime time de la televisión tiene menos espectadores que el Instagram de Ester Expósito".

El actor también habló de otros temas de su vida personal como la vigorexia que padeció cuando era adolescente: "Mis amigos me llamaban Conan el Bárbaro (...) Tengo espejos en los que me tengo prohibido mirarme con ciertas luces porque sé que me voy a obsesionar".

"Tengo una obsesión, pero tampoco soy gilipollas. Ha habido épocas en las que no lo he podido controlar. En 'La casa de papel' llegó un momento en el que si me agachaba me reventaba el mono. Me pidieron que parase y yo les decía que vale, pero no paraba. Cuando me decían que estaba más grande yo les respondía que era percepción suya”, explica el actor. 

Además, Herrán también contó en esta entrevista que hay una parte de su pasado del que no se siente orgulloso, llegando a calificarse como un "verdadero hijo de puta": "Odiaba la vida, odiaba el mundo. Tuve una manera de ser bastante cabrona y de momento tengo miedo de contarlo. Me levantaba, me miraba al espejo y no me gustaba ni cómo era, ni lo que hacía, ni cómo trataba a la gente, ni cómo me trataba a mí mismo".

“Era el típico chaval nini. No quería trabajar, no quería estudiar. Entonces salía mucho a la calle, muchas noches me las pasaba fuera con colegas, y en una de esas nos cruzamos con Daniel Gúzman. Nos ofreció hacer 'A cambio de nada' y yo le dije que se la hacía gratis, mi única motivación era echarme unas risas y vacilar al arquitecto de 'Aquí no hay quien viva' a las tres de la mañana. No sabía lo que era un casting y casi ni entendía la palabra 'presencial", también cuenta Herrán en esta entrevista.