ENTREVISTA YOTELE

Pedro Alonso ('La casa de papel'): "Estamos viviendo algo que parece de película"

Hablamos con el actor murciano sobre la participación de Berlín en la tercera tempoprada de la serie española de Netflix

Berlín, Palermo y el Profesor en la tercera temporada de 'La casa de papel'

Berlín, Palermo y el Profesor en la tercera temporada de 'La casa de papel'

Redacción Yotele

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Con motivo del estreno de la tercera temporada de ‘La casa de papel’ en Netflix, entrevistamos a uno de sus más carismáticos intérpretes, Pedro Alonso, que vuelve a ponerse en la piel de Berlín a pesar del final que tuvo su querido y a la vez odiado personaje al final de la primera etapa de la ficción. Con él hablamos de todo el éxito internacional que está cosechando la serie y que le ha repercutido personal y profesionalmente.

¿Cómo os llega la noticia de que la serie iba a tener una tercera y, también, una cuarta temporada? ¿Qué sensación os genera de que la serie va a continuar?

La serie se acabó. Era autoconclusiva. Quedó la sensación de que casi todos hubiésemos querido desarrollar nuestros personajes porque había chicha, pero nos fuimos a nuestra casa pensando que estaba muerto. Con el pelotazo de Netflix, cuando recibimos la llamada, todos pensamos que era inevitable. 

¿En qué momento fuisteis conscientes de que ‘La casa de papel’ se estaba convirtiendo en un fenómeno global?

Creo que el año pasado. Se estrenó en Netflix en diciembre y la subida se hace exponencial en febrero. Hay mensajes en el chat y empiezan a pasarnos cosas de manera individual. Personalmente, yo me di cuenta cuando estaba de viaje. Iba solo y contemplativo cuando comenzaron a pasarme cosas a mi alrededor sin ningún tipo de antecedente previo y cada día más delirantes. Cada semana iba apareciendo el hito insuperable.

¿Y habéis perdido mucha calidad de vida con la fama?

De repente, casi todos hemos viajado mucho, pero, cuando llegabas a España, se enfriaba la cosa. Lo cual no deja de ser delirante, aunque está cambiando también con su repercusión internacional. Sí que es verdad que a todos nos ha cambiado un poco la vida después de estos meses y que se nos están abriendo muchas puertas. A pesar de ello, sigue siendo demasiado pronto para hacer una valoración. 

¿Hay presión por la exposición mediática?

Al comienzo de esta temporada dije que nos iba a retratar a todos porque ha pasado la explosión, el fenómeno y la redimensión de hacer una ficción, pero lo dije porque la exposición y la presión a este nivel genera cosas extrañas en la gestión de cada uno. Para saber que te ha movido eso, todavía es pronto. Lo que sí es verdad es que se ve mueve mucha energía por momentos. 

Es que estais siendo todo un reclamo en cada lugar al que vais... 

Recuerdo que fui a Argentina para trabajar en marzo y allí la forma de gestionar la popularidad es muy caliente. Dije que solo iba a conceder una entrevista de 15 minutos a un programa. Me encuentro con seis tipos que me entrevista y cuando me di cuenta llevábamos 40 minutos. Ellos vieron que la audiencia subía y empezaron a preguntarme de todo. Si me hubiese quedado más, me hubiera postulado para la presidencia del Gobierno. Estaba saliendo de la normalidad y me dije ‘respira’ porque es un momento de muchas exposición y cualquier movimiento podía provocar una serie de acontecimientos. 

De hecho, una de las situaciones más virales que habéis vivido mientras grabáis la serie fue en Florencia.

Nosotros somos poco más que insectos en todo esto. Lo que yo siento lo puede sentir cualquier persona. Estamos viviendo algo que, en esta vertiente, parece de película. Luego tienes que estar ahí rodeado de personas y hacer tu trabajo. La prioridad sigue siendo la misma, pero sí es verdad que hay una línea que es la de la ficción y otra la de la metaficción que se ha generado y es muy golosa, pero que no dejará de ser la que otras veces hemos vivido y que luego pasa. 

¿Tenéis miedo a qué esta temporada no funcione igual?

La presión es real. Existe. La notamos en detalles. Cuando hicimos las dos primeras partes, también era brutal. Dicho esto, yo ni me lo he planteado porque enfermas si vives en el terreno de las expectativas. Obviamente, está en el aire y la cabeza es muy poderosa. Depende cuanto te dejes ir por la cabeza, puedes jugar a eso todo lo que quieras.

La buena cosa de eso es que te da medida de lo que ha pasado. Mediáticamente, alguien ha convertido a ‘La casa de papel’ en un hito. Yo lo que te puedo decir es que he visto tres capítulos y me he quedado súper tranquilo. Esto también me sucede cuando ves el hambre y la inquietud del equipo a la hora de intentar evolucionar la serie.