Boris Izaguirre se emociona recordando su triste infancia: «Me gritaban maricón por la calle»

Boris Izaguirre fue el protagonista de la entrega de esta semana de 'Mi casa es la tuya', donde relató a Bertín Osborne varios momentos de su vida.Uno de los que más causan dolor en el escritor es su infancia. Y es que, su amarenamiento se le unió su dislexia, que aunque ha podido corregir, aun persiste en sus guiones y libros.

El venelozanose abrió en canal para contar que «Yo no quería ser niño para nada, quería ser adulto». Con esa frase, Boris resume su infancia, definiéndose como «niño libélula», que«despertaba en el varón la violencia»: «Muchas veces fui receptor de golpes, insultos». Para nada le importada ir al colegio con su particular vestuario aunque, desgraciadamente, lo recuerda así:«Los obreros me gritaban maricón por la calle y yo era un niño».

Además, ytal y como contó su padre Rodolfo, le recomendaron que su hijo acudiera a un psiquiatra, a lo que actualmente dice «Y yo, tonto, lo llevé. Y todo porque no quería jugar con la pelota. Sufrió mucho, lo abucheaban en público», recordó. Sin embargo, Boris se echó a llorar al recordar cómo su madre, fallecida a causa de un cáncer, intentaba ayudarle por todos los medios para combatir la dislexia. «No sabía atarme los cordones e iba con ellos sueltos hasta los nueve años.Lo más tremendo, evidentemente, el abecedario. Yo tardé muchísimos años en leer porque no podía poner en orden las cosas«.

«Mi mamá empezó a hacer ejercicios de cerrar un circulo y nunca lo conseguimos cerrar porque era atroz para mí y para ella también ver como una persona que su trabajo era el movimiento, el cálculo, seguiré compás de una melodía hacer una coreografíatener un hijo que era un disparate con eso», dijo mientras que Bertín le daba la mano. «No he tenido tiempo de agradecerle a mi mamá porque me convertí en una persona muy narcisista», sentenció.