'Referentes locales': Vilanova i la Geltrú (4)

Eulàlia Sòria: el 'torbellino' de conocimiento que mantiene vivas las tradiciones de Vilanova i la Geltrú

Expresidenta de la federación que organiza el Carnaval y experiodista local, es historia viva de la capital del Garraf

EL PERIÓDICO publica una serie veraniega sobre perfiles de figuras locales que protagonizan historias inspiradoras

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Barcelona 25/08/23 Barcelona. Retratos de Eulàlia Sòria, referente local de Vilanova i la Geltrú, para una entrevista dentro del ciclo de entrevistas a Referentes Locales. Quedamos en la pl. De la Vila, pero nos trasladaremos hasta el Castell de la Geltrú (a 5 minutos a pie) para realizar la entrevista. AUTOR: MANU MITRU

Barcelona 25/08/23 Barcelona. Retratos de Eulàlia Sòria, referente local de Vilanova i la Geltrú, para una entrevista dentro del ciclo de entrevistas a Referentes Locales. Quedamos en la pl. De la Vila, pero nos trasladaremos hasta el Castell de la Geltrú (a 5 minutos a pie) para realizar la entrevista. AUTOR: MANU MITRU / MANU MITRU

Gerardo Santos

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La quietud casi apocalípitca que reina en una tarde de finales de agosto en la Plaça de la Vila de Vilanova i la Geltrú ―el sol raja las piedras y no se ve un alma― queda definitivamente hecha añicos cuando aparece Eulàlia Sòria (Barcelona, 1958). "¿Qué, cómo va?", dice para empezar esta mujer torbellino, verborreíca e hiperactiva. Al poco de responder al saludo protocolario, Sòria coge las riendas de una conversación que más parece el soliloquio de quien mucho conoce y más aún gusta de explicar.

En apenas el tiempo que se tarda en cruzar la plaza y perderse por la contigua calle de la Fruita, Sòria ha dado cuatro pinceladas sobre las cuitas del indiano Josep Tomàs i Ventosa (su escultura preside la plaza), ha señalado cómo los niños acostumbraban a jugar a sus pies y, no se sabe muy bien cómo, ha acabado recordando cómo el mosén de La Geltrú dejaba entrar a los manifestantes antifascistas a la iglesia para refugiarse de las cargas de los 'grises'.

Sòria, ante la estatua del indiano Josep Tomàs Ventosa i Soler

Sòria, ante la estatua del indiano Josep Tomàs Ventosa i Soler / MANU MITRU

Ante la cascada de curiosidades, datos, fechas y recuerdos que está por venir, cabe poner orden. Eulàlia Sòria es expresidenta de la Federació d'Associacions del Carnaval (FAC), expresidenta de la Associació de Veïns de la Geltrú y trabajó, hasta su cierre en 2015, en el Diari de Vilanova.

Sin embargo, su currículum como vilanovina de pro tiene una pequeña mácula, ya que Sòria nació en Barcelona. Eso sí, a los 19 años (allá por 1977), cuando ya trabajaba en El Correo Catalán, su familia se mudó a Vilanova i la Geltrú: "Yo no tomaba 'aigua', sino 'aiga', y no 'emmalaltia' sino que 'enfermava'", dice Sòria, aludiendo a las particularidades del catalán que se habla en la ciudad de Barcelona: "O sea, que no soy VTV" [es decir, Vilanovina de Toda la Vida].

Sin embargo, poco tardó Sòria en acostumbrarse a las maneras, costumbres y tradiciones de la capital del Garraf: "Al poco, dejé de 'bajar' a Barcelona, ya se sabe, allá donde vives es donde has de hacer tu vida, así que de las primeras cosas que hice al llegar fue involucrarme en el Carnaval de Vilanova, el mejor del mundo".

Durante el paseo por La Geltrú, Sòria departe con unos vecinos que juegan a la 'botifarra'

Durante el paseo por La Geltrú, Sòria departe con unos vecinos que juegan a la 'botifarra' / MANU MITRU

Devoción por el Carnaval de Vilanova

Punto y aparte. La devoción de Eulàlia Sòria por el Carnaval de Vilanova es notoria. "Yo defiendo que el Carnaval ha de cambiar. Lo ha de hacer porque la propia sociedad cambia. El Carnaval es la cosa más transgresora que hay. Sin embargo, ahora transgredir ya no es transgresor", reflexiona Sòria.

Más allá del periodo de presidencia de la FAC, ha estado (y está) muy involucrada en esta festividad. "Una entidad salió un día a cantar coros, hoy salen veinte entidades a cantar coros, porque la gente se lo ha hecho suyo; el día que este acto decaiga y se muera, pues muerto estará. No pasa nada, porque la sociedad se habrá inventado cincuenta cosas diferentes más".

Su respuesta a la pregunta "¿qué importancia histórica tiene el Carnaval de Vilanova para la ciudad?" se dilató durante más de 30 minutos. Media hora que sirvió para desgranar, día por día y detalladísimamente, todos los actos que componen (o compusieron) la festividad: su origen, su significado, su calado en la sociedad vilanovina; un discurso salpicado por ese desarrollo fractal de los pensamientos que tiene Sòria y que le hace pasar de hablar de los mantones de Manila a las variaciones que introdujo el franquismo en el Carnaval, pasando por los recuerdos de su familia, "anticlerical y republicana", describe.

Otro elemento que interrumpe los recuerdos de Sòria son los mismos vilanovins, que a razón de uno cada menos de diez minutos la saludan efusivamente. Muchos le señalan su buen aspecto, a lo que ella responde con un "¡es que duermo en la nevera!" y una grandísima sonrisa. Una vez se despiden, Eulàlia apunta a este periodista algún rasgo definitorio del individuo en cuestión: "Esta es una vilanovina de pura cepa, de las de toda la vida", o "este es un grandísimo músico, toca el 'sac de gemecs'", por ejemplo.

Una pequeña parada en el camino para posar ante la casa donde Sòria vivió varios años, en La Geltrú

Una pequeña parada en el camino para posar ante la casa donde Sòria vivió varios años, en La Geltrú / MANU MITRU

De hecho, se trata de sus antiguos vecinos, ya que Sòria se mudó al cercano municipio de Canyelles poco después de jubilarse, cuatro años atrás. Desde entonces, sus quéhaceres son otros, a saber: A Eulàlia Sòria le apasiona tejer (el ganchillo, desde que le enseñó su madre, es una pasión); pero también el teatro, ("solo te digo que el año pasado hicimos una Pasión con un 90% de los personajes femeninos y que para el año que viene estamos preparando una 'Pasión lila'"); practica el 'ball de bastons' ("cuidado que hay que estar en forma, que hay que levantar bastante la pierna, eh"); toca el 'tabal' en el grupo de Dracs de Canyelles; canta en una coral...

"Mi movimiento es difícil de parar ―resume Sòria―, la vejez es el momento en que te tienes que mover y todo lo que haces te mantiene vivo". "Cuando llegas a la vejez, has de suplir la esperanza de seguir viva por la actividad y la plenitud de que estás haciendo muchas cosas, de las cuales aprendes también. Aprovecha el momento, vive, y aprende de lo que te rodea porque el final ya sabemos cual es".

Sòria habla de la muerte, del 'carpe diem', con la misma intensidad con la que habla del rey Carnestoltes, del rey Caramel, del Vidalot o de las comparsas del Carnaval. Dicho de otra manera, Sòria habla desde las tripas.

Final del recorrido, el Castell de La Geltrú, uno de los lugares preferidos de Sòria

Final del recorrido, el Castell de La Geltrú, uno de los lugares preferidos de Sòria / MANU MITRU

Mientras recuerda que cuando nació aún había cartillas de racionamiento y la venta de azúcar estaba muy controlada, Sòria echa una última mirada al reloj. Se hizo tarde, en media horita ha de presentarse en el restaurante de unos amigos. El motivo, oficiar una boda: "Habré casado a unas 45 parejas por año, y ya llevo cuatro haciéndolo". La hora se le echa encima y ya no hay tiempo para recordar más historias.

Eulàlia arranca el coche y el 'torbellino Sòria' se pierde entre el inexistente tráfico de una tórrida tarde de verano. En su ausencia, todos los recuerdos que ha vertido en la última hora y media quedan en la memoria del oyente, vuelve a reinar la quietud en Vilanova i la Geltrú y el sol vuelve a rajar las piedras.

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