Desmantelado un clan familiar dedicado a la venta de drogas que secuestró a un empresario

Los Mossos d’Esquadra, en colaboración con el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, detuvieron el pasado 17 de julio a 21 miembros de una organización dedicada al tráfico de drogas, a los que se acusa también de secuestrar y extorsionar a un empresario al que reclamaban 250.000 euros.

Los detenidos son 20 hombres y una mujer de nacionalidad española, serbia y colombiana, de edades comprendidas entre los 18 y los 64 años, que fueron arrestados en los 32 registros que los agentes hicieron en los municipios de Viladecans, Sant Esteve Sesrovires, Martorell, Sant Jaume dels Domenys, El Vendrell, Segur de Calafell, Canyelles, Cubelles, Vilanova i la Geltrú y Sant Pere de Ribes.

Los Mossos desmantelaron en estos puntos un total de 11 plantaciones en funcionamiento y cuatro en proceso e intervinieron más de 4.000 plantas y material para su distribución y venda. Además, encontraron 47.000 euros en metálico, siete armas de fuego con munición y cargadores, dos armas de aire comprimido y un machete de grandes dimensiones.

Once detenidos en prisión

En la operación se intervinieron además 49 cuentas bancarias, así como 15 inmuebles y 51 vehículos, que sumarían una cantidad muy superior al millón y medio de euros, a nombre de diferentes personas de la organización y que habrían estado financiados con dinero procedente del tráfico de drogas.

Los detenidos, 11 de los cuales han ingreso en prisión, están acusados de delitos de pertenencia a una organización criminal, secuestro, lestiones, detención ilegal, amenazas, extorsión, robo, robo de vehículos con intimidación, contra la salud pública, blanqueo, obstrucción a la justicia y fraude del fluido eléctrico.

Diez meses de investigación

La investigación empezó en octubre de 2018, cuando el hombre que estuvo retenido manifestó a los agentes que había sido secuestrado por un clan familiar durante dos días, pero consiguió despistarles y escaparse. Los Mossos localizaron y detuvieron a los secuestradores, cuatro hombres de una misma familia del barrio de Roquetes de Sant Pere de Ribes.

Los investigadores constataron que el hombre estaba siendo extorsionado desde hacía meses por la organización criminal, que le reclamaban 250.000 euros por las pérdidas que habían sufrido en una transacción económica, ya que la víctima se había visto envuelta en una operación ilegal de cambio de moneda entre miembros de la organización y unos terceros.

Fue entonces cuando los agentes comprobaron que todos los miembros de la organización eran miembros de una misma familia, dedicada al cultivo y tráfico de marihuana. Durante la investigación, los efectivos policiales comprobaron que la banda había instalado un sofisticado sistema de vídeovigilancia en la vía pública, a fin de controlar los movimientos policiales y de posibles grupos rivales.

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