UNA INICIATIVA PIONERA

Viladecans estrena la primera escuela renovada con el método de ahorro energético 'passivhaus'

Aspecto de la escuela El Garrofer de Viladecans tras las reformas del verano pasado

Aspecto de la escuela El Garrofer de Viladecans tras las reformas del verano pasado / Ayuntamiento Viladecans

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La escuela pública El Garrofer de Viladecans inaugurará el nuevo curso escolar este mes de septiembre con una gran novedad: se ha convertido, gracias a una rehabilitación energética integral, en la primera escuela pública española renovada según los criterios de ahorro energético del método ‘passivhaus’.  

Las medidas adoptadas permitirán a esta escuela pública reducir más de la mitad de su consumo energético, a la vez que mejorará el confort del alumnado y del profesorado no sólo en relación a la temperatura, sino también a nivel acústico y de calidad del aire, pues se reducirá al máximo la entrada exterior de ruido y de contaminación ambiental, elementos que influyen sobre el rendimiento académico.

Esta rehabilitación integral permitirá a El Garrofer obtener el sello Passivhaus/Enerphit, algo que ninguna otra escuela pública de España ha conseguido tras una reforma. Este certificado, otorgado por el Instituto Passivhaus alemán, avala aquellos edificios diseñados para ahorrar energía por la forma en que están construidos, sin la necesidad de implantar elementos suplementarios de captación energética.

Se trata, por tanto, de edificios que optimizan los recursos existentes a través de técnicas pasivas, como la orientación, el aislamiento en cubiertas, ventanas y puertas y la ventilación, elementos mucho más eficaces para reducir las necesidades de climatización, para aprovechar el calor y la ventilación naturales y para proteger del sobrecalentamiento.

Hasta un 80% de ahorro en gas

Los edificios construidos siguiendo los criterios passivhaus pueden conseguir, de este modo, ahorrar un 75% del consumo energético respecto a otro tipo de construcciones. En el caso concreto de El Garrofer, que consume de media lo que el resto de edificios escolares del litoral de la provincia -85 kWh/m2 al año-, se prevé que el consumo anual de gas se reduzca en un 80% y que el de electricidad lo haga en un 15%.

De este modo, se prevé reducir además las emisiones de CO2 del edificio alrededor de un 55%, gracias a los tres aspectos en los que incide fundamentalmente el proyecto de rehabilitación del edificio: los aislamientos, la ventilación y la iluminación. 

Tres ejes fundamentales

La reforma integral de esta escuela ha girado en torno a estos tres ejes. En el caso de los aislamientos, se han hecho actuaciones en la mayor parte de la fachada del edificio, aplicando el Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) y se han incorporado lamas de protección solar en las dos fachadas más expuestas al sol.

Además, se ha aislado térmicamente la cubierta y se han cambiado todas las ventanas por carpinterías con doble cristal y cámara interior de gas argón, gracias a lo cual se reducirá en un 92% la pérdida de energía por las ventanas.

En cuanto a la ventilación, se ha incorporado una instalación de ventilación mecánica controlada de doble flujo que permitirá renovar el aire del interior del edificio adatpándolo a la temperatura de confort, lo que mejorará la calidad del aire y favorecerá una temperatura que requiera una baja demanda energética.

En el caso de la iluminación, se ha substituido por luces leds todos los puntos de iluminación para reducir el consumo energético y se han incorporado láminas fijas de protección solar en las dos fachadas más expuestas al sol, para garantizar una luz natural neutra en las aulas y ahorrar así en la necesidad de luz artificial.

Con tres objetivos básicos

Estos tres ámbitos de actuación, en aislamiento, ventilación e iluminación, tienen como objetivo mejorar el confort del centro en términos tanto térmicos como acústicos y ambientales, siendo estos los tres principales aspectos a mejorar.

Así lo explica al Ayuntamiento Isabel Ruiz, directora del centro, quien recuerda que, hasta ahora, cuando hacía mucho calor en verano "teníamos que abrir las ventanas y como son calles muy transitadas y pasan muchos coches, el ruido afectaba al funcionamiento de las clases. Y en invierno al contrario, algunos días teníamos que hacer clase en chaqueta, y esas no son las condiciones idóneas para poder trabajar". 

Y es que cada vez más estudios apuntan a la relación entre las condiciones físicas y ambientales del espacio de aprendizaje con el rendimiento académico, motivo por el cual el proyecto apuesta por la reducción de ruido y de dióxido de carbono del exterior.

Una rehabilitación replicable

Esta pionera rehabilitación, que se ha hecho aprovechando las vacaciones de verano de la escuela viladecanense, han supuesto una inversión de 940.800 euros por parte del Ayuntamiento, que se ha marcado como objetivo esencial la obtención del sello Passivhaus.

La iniciativa de reforma surgió a raíz de un estudio hecho en 2015 por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) sobre la rehabilitación con criterios nZEB –edificios de consumo de energía casi nulo- de tres escuelas públicas de Viladecans, Castelldefels y Sant Adrià del Besòs tomadas como ejemplo.

El resultado demostró que, pese a encontrarse en un clima mediterráneo, los tres centros tenían una alta demanda de calefacción, además de un deficiente confort para el alumnado debido, en gran parte, a las carencias de aislamiento por la antigüedad de las instalaciones del centro, construido en 1974.

En la línea por cumplir con el Pacto de Alcaldes por la Energía y el Clima, mediante el cual Viladecans se comprometió a reducir el 20% de las emisiones de CO2 en el año 2030, la ciudad ha apostado por hacer realizar este proyecto en aras de potenciar la lucha contra el cambio climático a nivel local.

Así, y dado que el resto de escuelas de la zona están sobre las mismas cifras de consumo energético en las que estaba El Garrofer y que la mayoría de ellas datan de las mismas fechas de construcción, el modelo implantado en Viladecans puede convertirse en un proyecto fácilmente replicable por otras escuelas públicas del litoral barcelonense, que podrían fijarse en la ciudad como modelo a seguir.

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