Un profundo desarraigo

El mensaje en Facebook escrito por este joven es el primer testimonio en primera persona en que un individuo salido de Catalunya explica sus motivos para unirse a la yihad. Tras examinar a fondo la carta, psicólogos y expertos en terrorismo contactados por este diario concluyen que la misiva pone sobre la mesa cómo el hecho de sumarse a esa guerra «ha llenado un vacío de identidad» y cómo ese combate «ha dado sentido a la vida de este joven».

Así, el psicólogo forense Àngel Cuquerella sostiene que en la carta se percibe como el joven «ha reemplazado los mecanismos de control y de protección que tenía en Catalunya, y que eran su familia y la policía, por una familia adoptiva (los yihadistas) que le da falsamente una identidad, seguridad y un motivo vital». Por eso, el joven insiste en «una falsa sensación de libertad» y es tan duro con su propia familia, con la sociedad catalana y con la policía. «Habla de ellos desde un profundo desarraigo», comenta este psicólogo.

«Todo el texto expresa una creencia que él sobrevalora y que está basada en la fe, no en un razonamiento lógico», cuenta este experto, que destaca como el joven «dibuja un mundo irreal, sin delincuencia, y en que considera que lo que él está haciendo no es malo». La insistencia del joven en autodefinirse como «loco, psicópata, terrorista» muestra como el chico, en esa operación de dejar atrás su pasado en Catalunya, busca «identificarse con todo aquello que Occidente rechaza».

Integración difícil

David Garriga, psicólogo y criminólogo especializado en yihadismo y autor del libro Las legiones de Satán. Asesinos en serie en tierras del Islam, asegura que la carta deja patente «una dificultad de integración en la sociedad occidental» y trasluce «una profunda rabia por la discriminación sufrida». A Garriga le llama la atención que en el texto no haga referencia a normas islámicas concretas. «No parece que tenga demasiados conocimientos de lo que es el islam», comenta. Simplemente, a juicio de este experto, el joven cree que el Estado Islámico «le ha permitido convertirse en una especie de héroe».

Contactado por este diario, el profesor John Horgan, del Centro de Estudios sobre Terrorismo y Seguridad de la Universidad de California, sostiene que por los comentarios que el joven hace sobre su papel como autoridad («aquí nosotros somos los mossos») dan a entender «que el Estado Islámico le ha dado un poder y una autoridad que nunca habría podido obtener en Catalunya».

Además, en su opinión, la parte del texto en que el yihadista resalta el hecho de que en Siria nadie le para por llevar barba obedece al hecho de que «el califato en Siria no solo da a estos chicos una identidad si no que les da un espacio en que pueden mostrarla abiertamente; no tiene que esconderse. Para ellos, exhibir en la calle y a plena luz del día ese rol de yihadista es como un sueño hecho realidad».

Según este experto, la misiva muestra como el joven «no sentía que formara parte» de la sociedad catalana. Ante eso, en opinión de Horgan, «el Estado Islámico le ofrece ser parte de un proyecto». Los motivos para unirse a la yihad de jóvenes como este varían: «Algunos van por la religión, otros van en busca de aventura, otros van porque son apasionados de las armas; otros van en busca de formar parte de un grupo de camaradas. Todos, en definitiva, buscan ser algo más grandes de lo que ahora son. Persiguen algo que en su país de origen no podrían lograr».