Los 3 secretos del Premio Nobel para vivir más años

La esperanza de vida es uno de los principales campos de investigación en lo que a tecnología y salud se refiere. La búsqueda de nuevos métodos para frenar el envejecimiento, siempre con la inmortalidad como meta –por ahora– utópica, mueve a la comunidad científica desde hace años, lo cual ha permitido una considerable mejora del sector en las últimas décadas.

Sobre esta cuestión ha trabajado durante más de 25 años el prestigioso biólogo británico Venki Ramakrishnan, galardonado en 2009 con el Premio Nobel de Química. El experto apunta directamente a aspectos tan básicos como la alimentación, la actividad física y el descanso.

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Sentido común

No hay ningún secreto al respecto: la única manera de ralentizar el envejecimiento (o, al menos, hacerlo saludablemente) es respetar los tres pilares sobre los cuales se cimienta una rutina saludable. “Es interesante que todas las recomendaciones basadas en evidencia sobre lo que puede ayudarnos a vivir una vida larga y saludable reflejen los consejos de sentido común que se han transmitido a través de los siglos", dijo Ramakrishnan a CNN.

Tres recomendaciones básicas

Atendiendo a este criterio, son tres las recomendaciones a tener en cuenta. Primero, es imprescindible seguir una dieta saludable, con variedad de alimentos y sin hacer un consumo abusivo de ningún producto, especialmente en el caso de procesados y ricos en azúcar. El segundo consejo pasa por el ejercicio físico

Por último, el gran olvidado: dormir . El especialista destaca la importancia del descanso, momento del día en el que el organismo lleva a cabo reparaciones a nivel molecular. El sueño es tan importante como los anteriores factores, por lo que es imprescindible"dormir lo suficiente".

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Rapamicina

Más allá de los conocidos 'consejos de la abuela', existen otras vías para alargar la esperanza de vida. El medio 'Washington Post' se hizo eco de los estudios sobre los efectos de la rapamicina, sustancia cuyo uso ha permitido prolongar un 14% la vida de ratones ancianos. Con todo, no se ha probado todavía que este fármaco, empleado en los trasplantes de órganos y de médula ósea, tenga el mismo efecto en humanos.