Época de alergias

¿Alérgicos al polen? Consejos para sobrellevar los peores días de la primavera

Ocho millones de españoles son hipersensibles a las micrósporas de las flores

Alergia

Alergia / Pexels / Karolina Grabowska

Alexandra Costa

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Congestión nasal, estornudos, lagrimeo, enrojecimiento de los ojos... en abril, alergias mil. Pero si hay una que resulta molesta en esta época del año, esa es, sin ninguna duda, la excesiva respuesta inmunitaria al polen. Muy frecuente durante los meses de primavera, el viento lo transporta por aire, lo que mantiene altas las concentraciones de estas micrósporas que generan las flores. El episodio de sequía de los últimos meses también juega un papel determinante: aunque las lluvias ayudan a rebajar los niveles del polvo, los expertos pronostican una temporada más suave para las personas con hipersensibilidad al polen debido a la menor cantidad de este por el decrecimiento de las plantas y a su floración retardada por las altas temperaturas. Aun así, para muchos alérgicos se avecinan semanas muy incómodas. Además de tener a mano los blísteres de antihistamínicos, los inhaladores para el asma, y los paquetes de pañuelos, estos consejos hace más llevadera la temporada de alergias.

Ocho millones de españoles son alérgicos al polen, según los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Además, no solo hay un polen, sino que existen varios, por lo que las personas hipersensibles a las micrósporas de las flores deben saber a qué tipos son vulnerables.

Tener identificados los diferentes pólenes

La Red Aerobiológica de Catalunya (XAC) del ICTA-UAB y del Departamento de Biología Animal, de Biología Vegetal y de Ecología de la UAB (BABVE) ha realizado un estudio de los pólenes más abundantes en el territorio: el 20,8% es de cupresáceas y el 9,7% de plátano de sombra, que además es el más común en la ciudad de Barcelona. El polen de las oleáceas es el tercero más copioso (8,6%,) seguido del de la parietaria (5,3%), gramíneas (4,3%) y céñigos (2,4%). Por meses del año, los más comunes entre marzo y abril son el polen de platanero y, en mayo y junio, el de las gramíneas y los olivos.

Las personas alergias deberían de seguir un tratamiento adecuado de la causa de las reacciones de sus sistemas inmunitarios a patógenos externos. De esta manera, podrán evitar el progreso de la enfermedad. Además, los expertos recomiendan una serie de consejos para convivir mejor con los pólenes.

Consejos para sobrellevar mejor la alergia al polen

Cerrar las ventanas de casa durante la noche porque es cuando hay mayor concentración de polen.

Limpiar el polvo de casa con una bayeta húmeda y aspirador.

Ventilar la casa durante poco tiempo (unos 5 minutos es suficiente) y mejor al mediodía que es cuando la concentración de polen es menor.

Procurar no realizar desplazamientos en moto o en bicicleta. Si son inevitables, mejor usar mascarilla.

Emplear mascarilla y gafas de sol en actividades rutinarias al aire libre.

Si se realizan desplazamientos en coche, cerrar las ventanas del vehículo. Además, es recompensable usar filtros anti polen en el aire acondicionado y revisarlos antes de la época de polinización.

Tender la ropa dentro de casa para evitar que se acumule polen.

Evitar las zonas con plantas que hagan alergia y el contacto con ellas cuando se realicen actividades al aire libre, sobre todo a las horas de máxima concentración de polen, que suele ser de 05.00 horas a 10.00 horas y de 19 a 22 horas.

Lavar y pelar muy bien la fruta y la verdura antes de comerla. El polen se encuentra con frecuencia adherido a la piel.

Vigilar especialmente los días de tormenta de alto contenido eléctrico y los días de viento, ya que las concentraciones de pólenes aumentan mucho.

Extremar la higiene de manos y cara, limpiando con agua fresca la nariz y los ojos frecuentemente. Al llegar a casa de la calle, es recomendable desprenderse de toda la ropa, echarla a lavar y darse una ducha para eliminar los restos de pólenes.