Multa de hasta 500 euros por el color de tu coche

Puede pasar: compramos un vehículo de segunda mano o nos cansamos de circular varios años con un vehículo con el mismo color. Entonces, nos planteemos pintar el coche de otro. Pero ten cuidado: existen ciertas consideraciones que debemos tener en cuenta a la hora de elegir la pintura si queremos evitarnos multas.

El permiso de circulación recoge los datos identificativos y la titularidad de nuestro vehículo. Entre esta información también se incluye el color del coche. Es importante que, si decidimos pintar el vehículo, lo notifiquemos a la Dirección General de Tráfico (DGT) para que se expida un nuevo permiso de circulación con la información actualizada.

En caso de que el color del coche no coincida con el permiso de circulación, nos arriesgamos a una multa de hasta 500 euros.

También es necesario informar al asegurador del vehículo, puesto que varias compañías cambian el precio de la póliza según el color del vehículo.

Diferentes acabados

La opción más habitual para pintar el coche suele ser el uso de pinturas acrílicas específicas para carrocerías. Esta pintura puede tener varios tipos de acabados según las capas de pintura y su composición.

• Acabado sólido: cuenta con una primera capa de pintura y una segunda a modo de protección contra los arañazos y otras marcas.
• Acabado metalizado: capa de pintura mezclada con partículas de aluminio que le da un efecto brillante al coche. Es de matenimiento delicado.
• Acabado mate: capa de pintura de un color oscuro y que no tiene reflejos. Es bastante delicado frente a los arañazos.
• Acabado perlado: capa de pintura que refleja la luz y la transforma en colores diferentes según el ángulo del coche.

Cabe recordar que los acabados cromados están prohibidos en la Unión Europea a partir de este año por su componente -el cromo hexavalente- altamente cancerígeno.